"Evidentemente, la bandera rusa no puede estar en los Juegos de París; creo que eso genera consenso", indicó Macron, y afirmó que “Rusia como país no tiene hueco en un momento en el que ha cometido crímenes de guerra y en el que deporta a niños".
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"Deseo que sea una decisión en conciencia del mundo olímpico. No corresponde al Estado anfitrión decidir qué debe hacer el COI (Comité Olímpico Internacional)", evaluó. Y expresó que confía “totalmente” en el titular del COI, Thomas Bach, según la agencia de noticias AFP.
Para el mandatario francés, "la auténtica cuestión que el mundo olímpico deberá decidir es qué lugar dar a esos deportistas rusos que a veces se han preparado toda una vida y que pueden también ser las víctimas de ese régimen".
Preguntado sobre cómo diferenciar a los deportistas rusos afines a su gobierno con los que están en contra o son víctimas de él, Macron consideró que "esa es la auténtica cuestión y es ahí donde el mundo olímpico tiene, en conciencia, que dar su opinión y precisar las garantías”. “Es necesario que sea algo que los ucranianos comprendan. He ahí el ejercicio de equilibrista que tenemos que hacer", aseguró.
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Después de un primer momento de cierre absoluto a la participación de rusos en todas las competencias -excepto en el tenis, porque se trata de una presencia individual-, hace meses que se especula con la presencia de deportistas rusos bajo una bandera neutral.
La esgrima fue el primer deporte en reabrir la puerta a los rusos y bielorrusos en marzo último.