A los 48 minutos del segundo tiempo, bajo la lluvia y con la presión del público rival, Lencioni tomó la pelota y marcó el gol del empate que llevó al alargue.

"Sabía que el arquero era muy alto, así que tenía que ajustarla bien contra el palo. Ya lo había decidido. Ese penal representaba todo el año. Fue un alivio enorme cuando cobró", contó.

Luego, ya en la tanda de penales, volvió a ejecutar con precisión.

"El segundo fue el más difícil psicológicamente. Dudé si cambiar de palo o patear al medio, pero elegí cruzarla, que es como más cómodo me siento", explicó.

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Además de lo deportivo, Lencioni habló de su futuro. Con el pase compartido entre Gimnasia y Belgrano de Córdoba, club donde se formó y debutó en Primera, todavía no tomó una decisión sobre dónde jugará en 2026.

"Belgrano es mi casa, viví años hermosos y tengo mucho aprecio. Pero en Gimnasia me sentí valorado y encontré la continuidad que necesitaba. Estoy agradecido con ambos clubes", dijo.

"Ahora quiero disfrutar este momento. La semana que viene empezaré a hablar sobre mi futuro", agregó.

También tuvo palabras para el exentrenador Ezequiel Medrán, quien lo llevó al Lobo: "Fue el que me llamó a principio de año y me dio toda su confianza. Le estaré siempre agradecido".

Por estos días, Lencioni se encuentra descansando en Córdoba con su novia, y planea viajar a Rafaela para pasar el Día de la Madre con su familia.

El mediocampista, de gran año con la camiseta del Lobo, cerró con serenidad y madurez: "Sea donde sea, mi objetivo es seguir jugando en Primera. Este fue un año soñado y todavía queda mucho por crecer".