DESDE MUNICH

España y Portugal empataron 2-2 en una vibrante final y hay alargue

Las selecciones de España y Portugal empataron 2-2 en un muy agradable partido final de la Liga de las Naciones y de esta manera, obligaron a que se jueguen treinta minutos de alargue.

España se puso en ventaja en el primer tiempo con gol de Martín Zubimendi, pero empató enseguida el lateral Nuno Mendes, y justo antes de terminar el primer tiempo volvió a poner en ventaja a "La Roja", hoy de amarillo, su habitual goleador, Mikel Oyarzábal. Ya en el segundo tiempo, empató Cristiano Ronaldo, que a poco del final se retiró lesionado, reemplazado por Gonçalo Ramos.

La selección portuguesa salió a jugar la final con un esquema bastante diferente al de la semifinal ante Alemania. Se notaba que enfrente estaba España, con un gran dominio y posesión de pelota, por lo que el entrenador luso Roberto Martínez dispuso un 4-4-2 para disputar cada una de las acciones sin quedar en inferioridad de condiciones y por eso, resignó un delantero colocando de entrada a la figura del equipo en la ocasión anterior, Francisco Conceiçao, dejando arriba a la dupla Pedro neto-Cristiano Ronaldo.

Por su parte, Luis De la Fuente, el entrenador español, reforzó el sector creativo reemplazando a Mikel Merino por Fabián Ruiz, eje del PSG campeón de Europa, pero hasta pasados los diez minutos, el partido no tenía un dominador claro ni llegadas a los arcos.

Claro que España contaba en las puntas con Lamine Yamal y Nico Williams, capaces de abrir cualquier defensa sin necesidad de continuidad. Así es que el joven delantero del Barcelona consiguió, a los 15 minutos, un tiro libre al borde del área por la derecha luego de gambetear a tres rivales, y Williams desbordó por la izquierda y su pase atrás a Pedri generó una gran ocasión, aunque el tiro, al volante, le salió mordido, al lado del palo izquierdo de Diogo Costa. Al minuto, Williams optó por sacar su clásico remate cruzado y arriba y la pelota rozó la roseta entre el palo y el travesaño.

El dominio español de los últimos minutos le acabó dando rédito cuando a Martín Zubimendi le quedó boyando una pelota muy cerca del arco portugués y apenas tuvo que empujarla con un pase a la red. España se ponía en ventaja con cierto aroma a justicia porque había sido el equipo que más atacó y el que procuró tomar las riendas del partido.

Sin embargo, bastó que Portugal adelantara sus líneas para que enseguida llegara el empate. Cristiano Ronaldo abrió el juego al lateral Nuno Mendes, éste se internó en el área rival desde la izquierda y sacó un potente remate cruzado, abajo, inatajable para Unai Simón.

Parecía que el partido podía cambiar, pero siguió por el mismo camino y otra vez fue España la que comenzó a merodear el arco rival, siempre por Lamine Yamal y Nico Williams, dos delanteros muy peligrosos. En cambio, Portugal optó por bajar el ritmo y asegurar la pelota.

Y así fue apareciendo la figura de Vitinha, uno de los cracks del PSG, como eje de los movimientos del equipo portugués, que de a poco fue emparejando las acciones y cada habilitación por la derecha a Pedro neto, con pelotazos largos, era una pesadilla para Oscar Mingueza, su marcador, por la velocidad del extremo, ya sufrida en semifinales por Alemania.

Sin tanto juego como antes, pero paso a paso, España volvió a acercarse al arco de Diogo Costa, y el talento de Pedri generó un pase vertical hacia el medio, en el que una vez más, como en todas las finales de su equipo, el vasco Mikel Oyarzábal se anticipó al arquero y empujó la pelota a la red para el 2-1 justo en el final de un agradable primer tiempo.

Para el segundo tiempo, en desventaja, Portugal se vio obligado a salir otra vez, como en semifinales, con un 4-3-3, por lo que, lógicamente, su DT Martínez volvió a la fórmula original, quitando a Conceiçao y colocando en su lugar a Rubén Neves para ayudar a Vitinha en la creación y soltar a Bernardo Silva como extremo izquierdo y así consiguió acercarse al arco de Unai Simón.

Y tanto fue el cántaro a la fuente que llegó otro desborde de Nuno Mendes por la izquierda, envió un centro al ras y Cristiano Ronaldo, ahora más estático por su veteranía pero siempre con olfato de gol, definió como siempre (aunque creemos que antes hizo un leve empujón, que no percibieron ni el árbitro ni el VAR) para establecer un nuevo empate, 2-2.

El partido se revitalizó faltando veinte minutos con los cambios, aunque todos fueron manteniendo las posiciones originales: Isco reemplazó a Pedri, Merino a Fabián y Rafael Leao acentuó la idea de extremo izquierdo reemplazando a Bernardo, que tiene una tendencia mayor a volantear.

El talento de Isco apareció con todo su esplendor a los 37 minutos, cuando sacó un soberbio remate de media distancia con dirección al ángulo izquierdo, pero Diogo Costa se lució arrojándose hacia allí para desviar la pelota al córner.

Cuatro minutos más tarde, y cuando sólo quedaban cuatro para el final, tuvo que salir Cristiano Ronaldo, lesionado. Gonçalo Ramos, el mismo que le quitó el puesto en el pasado Mundial, ingresó en su lugar.

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