El Tomba y su debate: ser o parecer
Godoy Cruz intenta salir de la crisis y aún no lo consigue. Asad ensaya variantes, prueba jugadores y sigue a la búsqueda de una formación que esté a la altura de los acontecimientos.
La presión psicológica que afronta Godoy Cruz permite analizar que todas las fuerzas convergentes en esta entidad aumentan su caudal de preguntas sin respuestas, conforme a lo que viene sucediendo desde principios de año, al menos, con el comando en mano de cuatro entrenadores diferentes en tan poco margen de tiempo.
Con el aval del significado que tiene Omar Asad en el simpatizante tombino, este presente aumenta la tensión y la figura de actual DT galvaniza sentimientos ligados a la esperanza y no a un cierre de ciclo en baja.
De todas maneras, si los resultados no acompañan, la ansiedad del hincha puede provocar una mayor actitud presionante sobre los propios futbolistas, quienes en la víspera se fueron reprobados por la gente durante los dos minutos finales del tiempo adicionado por el árbitro Andrés Gariano.
Es digno de interpretar qué ha sido lo sucedido en esa caldera a presión que este domingo pasado era el "Feliciano Gambarte" en la previa, durante y el post partido frente a un rival directo por la permanencia como lo es San Martín de San Juan.
La efervescencia de los aficionados se descargaba sobre el vecino cuyano a través de cánticos hostiles, pero esa masa energética viró en contra de los futbolistas locales cuando el resultado quedó sellado en un magro empate sin tantos. Si bien el Tomba sigue dependiendo de sí mismo, lo cierto es que en el imaginario de los hinchas se advertía la sensación de derrota, más allá de la división de puntos.
Ya en la conferencia de Prensa, Asad buscó destacar los que - a su interpretación - se habían convertido en hechos positivos durante el juego, pero también el hoy entrenador y antes futbolista de jerarquía -campeón del mundo- puede estar revisando hoy día que provocó cierta incertidumbre sobre todo porque se puso en valor el pelotazo cruzado o la segunda pelota, cuando esto no representa el volumen de juego que debe tener un equipo con pretensiones de logros importantes.
Es totalmente cierto que el "Turco" no armó este plantel, ya que hubo tres entrenadores anteriores -Pedernera, Solari y Ribonetto- que no le encontraron la vuelta a sacarle provecho a un grupo que aún no termina de definir su potencial.
Restan dos fechas y Asad tiene espalda para sostener una ilusión marcada por la permanencia en la elite del fútbol argentino. Se vendrán los duros exámenes ante Atlético Tucumán de visitante y Deportivo Riestra eh casa, por lo que nada está perdido y hay tiempo de remontarlo.
Sin embargo, el Tomba tiene que ser lo que se espera de sí mismo, en vez de parecerlo, permanentemente, y luego caer en un baño de realidad que solo agranda la duda y la indecisión cuando lo que se necesita es dar la talla...definitivamente.



