No tardó en conocérselo como "el mago", un apodo que en la liturgia futbolera se explica como un futbolista talentoso, cerebral y creativo. Los hinchas de Godoy Cruz lo idolatraron como uno de los baluartes en 2007 para el ascenso a la primera división, que marcó un tajo en la historia tombina. 

David Ramírez, un volante ofensivo de exquisita técnica y quien hasta fue elogiado por Juan Román Riquelme cuando este estaba en su apogeo como jugador, fue reconocido cuando arribaba al "Feliciano Gambarte" y los mensajes afectuosos dejaron claro que todavía está instalado en el corazón de los hinchas.

- ¿Por qué creés que en los hinchas tombinos un ya ex futbolista como vos mantiene la admiración y el respeto a través del paso de los años?

- Hoy hablaba con un amigo y recordaba que desde el primer día que llegué, en el año del ascenso, sentí ese respaldo. Después debuté con Almirante y, en todos los pasos que tuve por aquí siempre me sentí respetado.

- ¿Qué balance te cabe hacer sobre tus pasos en Godoy Cruz?

- Todos fueron buenos y por eso es que siempre quise volver al mismo lugar porque nunca dejé de ser feliz...y es por eso que hoy estoy aquí, debido a ese mismo motivo.

- Tu último paso con esta camiseta fue en 2016 y ¿sentías lo mismo que en tus etapas anteriores?

- Sí, siempre fue igual. Es más, los mejores recuerdos que tengo por el fútbol siempre los tuve acá. Por eso estoy tan feliz de que me hayan invitado. Es algo que valoro mucho.

- ¿Qué produce en un futbolista ya retirado profesionalmente el hecho de que se te haya convocado para jugar en este contexto tan festivo?

- No veía la hora de venir, lo hice con un amigo y lo estaba apurando porque tenía ganas de llegar y de que todo saliera bien. Me sentí muy contento de que me hayan invitado. Es un gran momento para mí.