Cuando parecía que Brasil acomodaba la nave y emprendía el rumbo de la recuperación de su jerarquía con la contratación de un entrenador de categoría mundial como Carlo Ancelotti, de pronto una noticia conmovedora sacudió sus cimientos.

El multilaureado técnico, hacedor del Real Madrid ganador de todo, fue condenado a un año de cárcel por defraudar a Hacienda en 2014 y conminado a pagar una multa por un total de 386.361 euros. La Audiencia Provincial de Madrid determinó además la pérdida del derecho a recibir ayudas o subvenciones públicas, así como a beneficiarse de incentivos fiscales o de la Seguridad Social durante un periodo de tres años.

La Fiscalía sostenía que Ancelotti defraudó un total de 1.062.079 euros durante los ejercicios fiscales de 2014 (386.361 euros) y 2015 (675.718 euros), en su primera etapa como entrenador de la Casa Blanca.

Durante el juicio, celebrado los días 2 y 3 de abril en la Audiencia Provincial de Madrid, Ancelotti declaró que nunca tuvo la intención de defraudar a Hacienda. Alegó haber seguido las indicaciones tanto del club como de sus asesores fiscales. Solicitó su absolución y, en caso de ser condenado, pidió que se tuvieran en cuenta las atenuantes de reparación del daño -ya que saldó la deuda en diciembre de 2021- y las dilaciones indebidas del proceso.

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Resta saber con el correr de las horas si la pena impuesta es efectiva y le impediría ejercer su cargo de conductor del pentacampeón del mundo en la cita de 2026 de Estados Unidos, México y Canadá para la que ya tiene su pasaporte asegurado.