A pocos días del inicio del receso invernal, uno de los momentos del año con mayor movimiento turístico interno, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) lanzó una dura advertencia: podrían producirse "cientos de cancelaciones de vuelos" por la entrada en vigencia del decreto 378/25, una normativa que modifica de forma sustancial los tiempos de vuelo y descanso de las tripulaciones.

En un comunicado contundente, el gremio responsabilizó directamente al Gobierno por "alterar el régimen aeronáutico vigente" a través de un decreto que, según afirmaron, fue dictado "de forma inconsulta, ilegítima e ilegal". Además, apuntaron contra la Subsecretaría de Transporte Aéreo, a la que acusaron de improvisación y falta de previsión frente a un momento clave del año para la aviación civil.

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Un decreto en el centro del conflicto

El decreto 378/25, firmado por el Ejecutivo a comienzos de junio, establece un nuevo marco regulatorio para los tripulantes de vuelo en el país. Modifica el Título V del Código Aeronáutico, con el objetivo -según se fundamenta en el texto- de "garantizar estándares de seguridad operacional" acordes a los compromisos internacionales asumidos por Argentina ante la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional).

Entre los principales cambios, se dispone que:

• Los pilotos no podrán superar 1000 horas de vuelo al año ni 120 horas al mes.

• En vuelos con dotación mínima, no se podrán superar 8 horas entre las 00:00 y las 4:59 y entre las 20:00 y 23:59, ni 9 horas en el resto del día.

• En vuelos con tres pilotos, el máximo será de 13 horas, y con cuatro pilotos, de 17 horas.

• El descanso mínimo tras un servicio será igual a la duración de ese servicio, con un piso de 10 horas consecutivas.

• Cada 168 horas consecutivas, deberá haber al menos 30 horas de descanso antes de iniciar un nuevo ciclo.

• Para los tripulantes de cabina, el servicio no podrá exceder 14 horas, salvo con refuerzos (hasta 16 o 18 horas con uno o dos tripulantes adicionales, respectivamente).

Desde el gremio que representa a los pilotos de líneas aéreas remarcaron que las programaciones de julio aún no están definidas, lo cual calificaron como una situación "inédita" a días de comenzar una temporada clave. Según APLA, las empresas no saben cómo ajustar sus sistemas ni configurar correctamente sus aeronaves sin una interpretación clara del decreto.

"Esta falta de definición operativa genera un alto nivel de imprevisibilidad que pone en riesgo la conectividad aérea del país", advirtieron. El sindicato también anunció que iniciará acciones judiciales para suspender los efectos del decreto y exigió que se revea su aplicación inmediata.

Turismo en alerta

Las vacaciones de invierno suelen ser una de las épocas de mayor tráfico aéreo doméstico. La posibilidad de cancelaciones masivas preocupa especialmente al sector turístico, que había proyectado un repunte en la ocupación y movimiento tras la baja estacional del primer trimestre.

Si bien por ahora no se confirmó una medida de fuerza formal, APLA no descartó tomar medidas drásticas si no se logra revertir o suspender la aplicación del decreto 378/25 en el corto plazo. La tensión crece y las vacaciones podrían comenzar con más turbulencias de las esperadas.