Mientras se agudiza el conflicto laboral en el Hospital Garrahan, donde trabajadores de la salud iniciaron medidas de fuerza exigiendo mejoras salariales, el presidente Javier Milei salió a defenderse de las críticas con un discurso afilado y sin concesiones. Acusó al kirchnerismo de haber armado "estructuras ficticias" en el Estado y cuestionó el relato de insensibilidad que -según él- buscan instalar desde sectores opositores.

"La situación la han politizado", sostuvo Milei en una entrevista reciente. "¿Estamos de acuerdo en que es un tema delicado? Sí. ¿Estamos de acuerdo en que los recursos son escasos? También. Pero lo que no podemos permitir es que esos recursos se filtren hacia personas que no trabajan".

El jefe de Estado denunció que parte del personal administrativo del hospital habría sido incorporado durante gestiones kirchneristas bajo lógicas clientelares. "Los K inventaron ñoquis y te acusan de insensible por desarticularlos", disparó. "Esta es la trampa que han generado los psicópatas del kirchnerismo: inventan curros en lugares sensibles y cuando uno va y los desactiva, lo tratan de insensible".

La estructura del hospital, en números

Según un informe elaborado por empleados del propio hospital, el Garrahan cuenta actualmente con un total de 4.728 trabajadores distribuidos de la siguiente manera:

• Área logística: 957 empleados (incluyendo 473 administrativos)

• Conducción: 581

• Personal asistencial: 3.190 (558 médicos y el resto compuesto por enfermeros, técnicos, bioquímicos, farmacéuticos, personal de esterilización y otros)

Alejandro Lipcovich, secretario general de la Junta Interna de ATE en el Garrahan, defendió la planta actual. "El personal asistencial representa el 70%. No solo médicos: hay enfermeras, bioquímicos, farmacéuticos y muchos trabajos esenciales que sostienen el funcionamiento del hospital", explicó.

La lucha contra gerentes de la pobreza

Milei también aprovechó la ocasión para vincular este conflicto con otras batallas que ha librado desde el inicio de su mandato. Recordó la disputa con los movimientos sociales y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, por la eliminación de intermediarios en la asistencia social.

"¿Estamos de acuerdo con cómo desarticulamos a los gerentes de la pobreza? Pero cuando hicimos esa ingeniería decían que queríamos que la gente se muera de hambre. Sin embargo, duplicamos la AUH, la Tarjeta Alimentar. Les sacamos a los intermediarios y los recursos se multiplicaron por cuatro", detalló.

Finalmente, el Presidente concluyó con una advertencia: "No hay que dejarse psicopatear por los mentirosos. Cuando llegamos había entre 8 mil y 9 mil piquetes por año y decían que era imposible eliminarlos. Lo eliminamos nosotros".