La confirmación de la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos contra Cristina Fernández de Kirchner generó una inmediata y contundente reacción del presidente Javier Milei, quien celebró el fallo de la Corte Suprema como una reivindicación del funcionamiento institucional.

"Justicia. Fin. PD: la República funciona y todos los periodistas corruptos, cómplices de políticos mentirosos, han quedado expuestos en sus operetas sobre el supuesto pacto de impunidad", escribió el mandatario en su cuenta de X (antes Twitter), apenas minutos después de que se conociera la resolución del máximo tribunal sobre la causa Vialidad.

La Corte Suprema rechazó los planteos de la defensa de la ex presidenta, y dejó firme la sentencia que la halló culpable de haber integrado una asociación ilícita destinada a beneficiar al empresario Lázaro Báez con contratos de obra pública en Santa Cruz entre 2003 y 2015. La inhabilitación perpetua, en términos prácticos, le impide a Kirchner presentarse como candidata, algo que ya había anunciado en el caso de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, dentro de la Tercera Sección electoral.

La reacción oficial no se limitó a Milei. El vocero presidencial, Manuel Adorni, también se expresó en redes sociales con ironía: "Muy extraño resultó el pacto de impunidad. Fin", posteó, en alusión a las especulaciones políticas que aseguraban que existía un acuerdo tácito entre el Gobierno y el kirchnerismo para garantizar protección judicial a la ex mandataria.

La decisión de la Corte marca un nuevo capítulo en la vida política y judicial de Cristina Kirchner. Con la condena firme, el Tribunal Oral Federal 2 deberá notificar a la ex presidenta y avanzar en la ejecución de la sentencia, lo que incluye definir si comenzará su detención en una unidad penitenciaria, una dependencia de seguridad o en su domicilio, opción que podría solicitar debido a su edad.

El impacto político del fallo no tardó en expandirse. Desde la oposición también hubo reacciones, mientras el oficialismo utilizó el momento para reforzar su discurso anticasta y subrayar que "la República funciona", como expresó el presidente. La causa Vialidad, que se convirtió en un símbolo del entramado de corrupción durante los gobiernos kirchneristas, termina ahora con una condena firme y consecuencias políticas directas para una de las figuras más influyentes del país en las últimas décadas.