Cuánto cuesta un ramo de flores amarillas, la nueva tradición de los jóvenes
Con la llegada de la primavera, las flores amarillas se imponen como tradición. Hay ramos desde $3.000 hasta opciones de más de $100.000.
Con la llegada de la primavera, una nueva tradición se impone entre los más jóvenes, impulsada por la icónica novela "Floricienta": regalar flores amarillas. Este domingo, en un móvil de C5N, el florista Raúl explicó cómo esta tendencia ha revitalizado un mercado que, según él, venía "un poquito de capa caída".
"Se impuso el tema de la flor amarilla. Los chicos impusieron mucho eso", comentó el florista, destacando que ha preparado ramos de margaritas a precios accesibles para que "todos los chicos puedan llevar un ramillete". Según supo Noticias Argentinas, el color amarillo, que antes se asociaba con la mala suerte, ahora simboliza "alegría, juventud, energía y vitalidad".
Un mercado para todos los bolsillos: de $3.000 a más de un millón de pesos
La oferta de flores para este Día de la Primavera se adapta a todas las capacidades de gasto, reflejando la diversidad económica del público.
- Opciones económicas: Para un gesto simbólico, se pueden encontrar ramos de yerberas a $3.000 o ramilletes de margaritas a $5.000, ambos con presentaciones atractivas.
- Ramos intermedios: Un ramo más elaborado, con girasoles y otras variedades, puede rondar los $12.000.
- Arreglos de lujo: Para quienes buscan impresionar, un arreglo grande con girasoles, marimonias, yerberas y alelí, todo en tonos amarillos, puede costar $70.000.
- El récord de "Corcho" Rodríguez: El florista recordó una anécdota de la farándula, cuando le vendía al empresario "Corcho" Rodríguez las famosas rosas amarillas para Susana Giménez. "Ramos de 100 rosas, mínimo, le regalaba", contó. A precios de hoy, un ramo de esas características, con rosas a $120.000 la docena, superaría el millón de pesos.
"Me fundí tres veces": la realidad de los comerciantes
Más allá del colorido de la primavera, el florista compartió una cruda reflexión sobre los desafíos que enfrenta el comercio en Argentina. "Me quiero morir con un país estable", expresó, y añadió que "a veces a los comerciantes los dejan de lado".
Raúl, quien ha atravesado todos los gobiernos y crisis económicas, fue contundente: "A veces digo que un presidente tiene que haber sido comerciante para ver los sinsabores que hay en este rubro. Mirá, yo te digo que con las flores me fundí tres veces", confesó, recordando la hiperinflación de la época de Alfonsín como uno de los momentos más duros de su carrera.