Más de tres décadas después del atentado que conmovió a la Argentina, la Justicia federal confirmó que diez ciudadanos iraníes y libaneses serán juzgados en ausencia por su presunta responsabilidad en la voladura de la sede de la AMIA, ocurrida el 18 de julio de 1994 y que provocó la muerte de 85 personas y dejó más de 300 heridos.

La decisión fue tomada por el juez federal Daniel Rafecas, quien avaló el pedido del Ministerio Público Fiscal para llevar adelante el proceso oral pese a que los imputados no están en el país ni han respondido a los múltiples requerimientos judiciales. Todos fueron declarados rebeldes por la Justicia argentina y están acusados de ser autores o partícipes de un crimen de terrorismo internacional.

Los nombres detrás de la acusación

Entre los acusados figuran figuras de alto rango del régimen iraní y de la organización libanesa Hezbollah:

• Alí Fallahijan: ex Ministro de Inteligencia iraní, señalado como coordinador general del atentado.

• Alí Akbar Velayati: excanciller de Irán, acusado de brindar cobertura diplomática.

• Mohsen Rezai y Ahmad Vahidi: ex jefes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria, imputados por la planificación operativa.

• Hadi Soleimanpour y Ahmad Reza Asghari: ex diplomáticos en Buenos Aires, ligados al encubrimiento y logística.

• Mohsen Rabbani: ex agregado cultural, considerado pieza clave en la ejecución local del ataque.

• Salman Raouf Salman y Abdallah Salman: miembros de Hezbollah, coordinadores operativos de la detonación.

• Hussein Mounir Mouzannar: también sindicado como parte del grupo ejecutor.

Todos ellos enfrentan cargos por homicidio agravado, lesiones graves y gravísimas, destrucción de bienes públicos y privados, además de integración a una organización armada con fines ideológicos.

Una estructura clandestina sostenida por el Estado iraní

La investigación de la Unidad Fiscal AMIA, dirigida por el fiscal Sebastián Basso, determinó que el atentado fue decidido el 14 de agosto de 1993 en Irán, durante una reunión secreta del Comité de Asuntos Especiales, con la presencia de las más altas autoridades del régimen, incluido el entonces presidente Alí Akbar Rafsanjani y el Líder Supremo Alí Khamenei.

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Desde la mezquita At-Tauhíd de Buenos Aires y con cobertura diplomática, Mohsen Rabbani y otros agentes establecieron una red de inteligencia clandestina en la Argentina. Esta estructura operó en coordinación con miembros de Hezbollah asentados en la Triple Frontera, desde donde se organizó la fase final del atentado.

Fundamentos del juicio en ausencia

La resolución del juez Rafecas se apoya en los siguientes elementos:

• Los acusados tienen pleno conocimiento del proceso judicial en su contra.

• Interpol emitió alertas rojas y la causa tuvo una amplia difusión internacional.

• Los pedidos de extradición a Irán y El Líbano (2006-2023) no fueron respondidos.

• El prolongado estado de rebeldía habilita el avance del juicio sin su presencia física.

Aunque controversial, el juicio en ausencia se considera viable en este caso por el principio de rebeldía voluntaria y el derecho de la sociedad argentina a obtener justicia. El tribunal determinará la responsabilidad penal individual de los imputados, a quienes se les garantiza el derecho a defensa a través de defensores oficiales.

De concretarse el debate oral, sería el primer juicio en ausencia de este tipo en la historia judicial argentina, marcando un precedente para causas de terrorismo internacional.