"Quiero verles la cara a los hinchas": el Gato Oldrá y una vuelta cargada de emoción al Gambarte.

Daniel "el Gato" Oldrá no necesita presentación para los hinchas de Godoy Cruz. Es parte del inventario emocional del club. Y en una extensa entrevista con Jorge Barbieri y Orlando Abraham en Ídolos y Anónimos por Radio Jornada 91.9, el ídolo tombino revivió con emoción los recuerdos ligados al Feliciano Gambarte, celebró su retorno y habló de su presente como DT de Instituto de Córdoba.

"Es un sueño que esperé toda la vida", confesó Oldrá, que estará presente en la reinauguración del estadio pese a su agenda apretada. "Voy a llegar sobre la hora, pero no podía faltar. Es algo que esperé desde chico y lo quiero vivir desde la tribuna, como hincha. Me interesa ver la cara de la gente, porque sé cuánto sufrieron", expresó con la voz quebrada.

Infancia, vestuarios y nostalgia

Oldrá recordó su primera visita al estadio a los 7 años, de la mano de su padre y su abuelo. "Entrábamos por las vías y pasábamos todo el día en el club. Había solo una cancha de fútbol, una de básquet chica y una de tierra para entrenar. Hoy es increíble lo que se ha logrado".

Uno de los pasajes más emotivos fue cuando relató lo que sintió al ver que derribaban una de las tribunas: "Cuando vi que tiraban abajo la tribuna, sentí una nostalgia tremenda. Ahí estaban los viejos vestuarios, los asados, el fútbol tenis con los pibes, los que ya no están. Tantas cosas vividas ahí...".

Una vida con los colores del Tomba

Oldrá hizo todo en Godoy Cruz: jugador, formador, entrenador, manager. Y aunque ahora trabaja en Instituto, el sentido de pertenencia sigue intacto: "Todo lo que soñé de chico, lo cumplí. Menos ser campeón como DT en Primera, pero después no tengo más nada que pedirle al club".

Con voz firme, reafirmó: "No tengo ninguna deuda con Godoy Cruz. Lo disfruto como hincha, pero también sé que formé parte de algo grande. Lo llevé a la Primera Nacional, lo devolví a la máxima categoría, lo dejé en Copa Sudamericana. Y sí, aunque nunca lo dirigí en el Gambarte, prefiero verlo desde la tribuna".

Consultado sobre cuál tribuna elegiría para ese reencuentro, respondió con una sonrisa: "Cerca del tanque, donde iba con mi viejo y mi abuelo. Esa es la histórica".

Un partido en el barro y un equipo inolvidable

En la charla, no faltaron recuerdos del mítico ascenso frente a Guaraní Antonio Franco, hace 31 años: "Jugamos en el barro, con una lluvia torrencial, y ganamos 1 a 0. Fue el partido más importante de mi vida. Un antes y un después para el fútbol mendocino. Éramos todos jugadores mendocinos, un equipo armado desde la nada. Y logramos lo impensado".

Presente en Córdoba y desafíos

Sobre su actualidad en Instituto, reconoció que vive un contexto muy distinto: "Llevo pocos meses, pero me han tratado con mucho respeto, tanto desde el club como la prensa y la gente. Eso también es gracias a lo que construí en Mendoza".

Contó que solo sumó dos refuerzos y que se fueron cinco jugadores: "Es muy difícil traer jugadores hoy. Cuesta mucho, especialmente en el interior. Y si aparecen, se van al exterior. Hay que trabajar mucho con lo que hay".

También anticipó el debut en Copa Argentina contra Huracán y el próximo cruce por el torneo local ante Gimnasia en La Plata: "Estamos bien, hicimos una buena pretemporada y tenemos pibes con ganas de hacer historia. Vamos a pelearla".

Una fábrica de talentos

En el repaso, también habló del semillero que ayudó a construir: "Pasaron muchos chicos. Rodrigo Rey, Paul Fernández, Burgos, tantos más... A Paul lo rescatamos cuando parecía que no explotaba, y en Godoy Cruz dio el salto. Eso también es parte de la historia".

De vuelta en casa

Finalmente, Oldrá cerró con una frase que resume su vida entera: "El Gambarte es mi casa. Lo soñé, lo viví, lo sufrí y hoy lo voy a disfrutar. No necesito dirigirlo ahí para ser feliz. Con verlo lleno de gente emocionada, ya está. Esa es mi recompensa".