Usyk el primer campeón indiscutido de los pesos pesados
El ucraniano unifica los cuatro cinturones de los pesos pesados por primera vez en la historia de la era de los cuatro organismos (CMB, AMB, OMB y FIB) al ganar por decisión dividida al ‘Gypsy King’.
Con un abrazo y un beso en la cabeza, Tyson Fury (34-1-1, 24 KO) aceptó su sentencia. Oleksandr Usyk (22-0-0, 14 KO) ganó por decisión dividida (115-112, 114-113 y 113-114) en un combate cerrado al británico para unificar los cinturones de los pesos pesados por primera vez en la historia de la era de los cuatro organismos reguladores (CMB, AMB, OMB y FIB) en el Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudí. El ucraniano, en un combate cerrado, hizo que el Gyspy King necesitase una cuenta para levantar el cinturón de campeón indiscutido y hacer historia en el boxeo. Entre los jueces, el español Manuel Oliver Palomo.
Usyk salió con una gran determinación y fue el primero en lanzar manos. Se desplazaba el Gyspy King, marcando con el jab ante el ucraniano, que se hizo con el centro del ring y llevaba la iniciativa en los primeros compases del encuentro. Fury empezó a jugar en la esquina, agarrándose a las cuerdas y poniendo caras mientras se reía, pero no logró desconcertar a Oleksandr, que llegaba con golpes claros y hacía bien su trabajo. El segundo round fue más parejo. Usyk seguía persiguiendo al británico, que se desplazaba por el cuadrilátero y respondía a los ataques del ucraniano, que estaba más cómodo y metido en el choque. Insistía con las basculaciones y conectó un derechazo como respuesta a un potente 1-2 que le mandó el Gyspy King. Salió más enchufado al cuarto Fury, dándole la vuelta al encuentro, plantando cara a la ofensiva de Oleksandr, con el que chocó cabezas accidentalmente y provocó un corte poco aparatoso en su ceja derecha. El británico metió una marcha más.
Fury se vino arriba, le estaba saliendo muy bien el trabajo y cambió el rumbo del combate. Conectó una potente derecha seguida de un gancho al hígado que sintió el ucraniano. Siguió con las burlas, bajando la guardia y apoyándose a las cuerdas. En el séptimo asalto, el ucraniano volvió a la carga con una izquierda al cuerpo y siguió con una combinación al rostro. Intercambiaron manos en el round más disputado del encuentro.
El Gyspy King salió fuerte y rápido, pero se encontró con la brutal respuesta de Usyk que le conectó unas duras combinaciones que le hicieron tener que agarrarse y le provocaron una hemorragia nasal. El ucraniano revivió y presionó terriblemente al británico. Conectó dos izquierdas consecutivas que sintió Fury, seguidas de una combinación y otro izquierdazo que le dejaron casi fulminado, tambaleándose por el cuadrilátero. Castigó el ucraniano y lo lanzó contra las cuerdas, lo que provocó la cuenta del árbitro y le salvó la campana. Usyk salió al décimo asalto más calmado, conectando manos precisas pero potentes, y los golpes del Gypsy King llegaban con menos fuerza. Su dominio era claro y lo perpetuaba lanzando sus duros derechazos. Fury lo intentó hasta el final, sin éxito.
Usyk lloró cuando el speaker mencionó su nombre como el nuevo monarca absoluto de los pesos pesados. Tras un emotivo abrazo y la promesa de Fury de que volverá en octubre, dejan la puerta abierta a una revancha que está pactada en el contrato que firmaron los dos púgiles antes de subir al ring. Una noche que pasará a la historia.