Un estudio de la UNCuyo sobre apuestas online reveló que los jóvenes juegan más por diversión que por dinero
La investigación mostró que entre los estudiantes las motivaciones son lúdicas sin evidencias de ludopatía generalizada.
La facilidad de acceso, la publicidad dirigida y la hiperconexión tecnológica hacen que las apuestas online ganen terreno entre adolescentes y jóvenes. Un estudio realizado en la Universidad Nacional de Cuyo revela que no necesariamente estas conductas responden a un trastorno de salud mental, sino que existen múltiples factores sociales y culturales que las alimentan.
Así lo explicó Vanina Capelli, coordinadora de Salud Mental de la Dirección de Salud Estudiantil de la UNCuyo, en una entrevista emitida por Radio Jornada 91.9, donde profundizó los principales resultados y el sentido de la investigación sobre la relación de estudiantes universitarios con el juego online.
Un estudio para romper estigmas
Vanina Capelli aclaró que la investigación se efectuó en la población de estudiantes universitarios de grado y pregrado que asisten a la UNCuyo. El estudio surgió ante la preocupación creciente por las apuestas online, especialmente a partir de 2023 y 2024, cuando el fenómeno se empezó a visibilizar en Mendoza.
El objetivo principal fue despejar ciertos prejuicios: "No toda relación que uno tiene con el juego implica necesariamente una conducta patológica", subrayó.
En muchos casos se tiende a relacionar de manera automática las apuestas con cuadros de ludopatía, pero los investigadores quisieron desarmar esa mirada lineal, mostrando que no todo jugador es un enfermo.
Un estudio de la UNCuyo reveló que los jóvenes apuestan más por diversión que por dinero
Entretenimiento muy accesible y normalizado
Capelli explicó que la facilidad para acceder a las plataformas de apuestas es una de las claves para entender la expansión de esta práctica. Hoy basta un dispositivo móvil y unos pocos clics para empezar a apostar, a diferencia de los juegos presenciales de casino que tenían otras barreras de ingreso.
A esto se suma el bombardeo publicitario orientado a jóvenes y adolescentes, a través de redes sociales, influencers y eventos deportivos masivos. Según la especialista, ese contexto genera la ilusión de que apostar es un modo sencillo de ganar dinero, divertirse o tener éxito, y normaliza la práctica en la vida cotidiana.
Motivos más lúdicos que económicos
Respecto a las motivaciones, la investigación arrojó datos interesantes: la mayoría de los estudiantes no apuesta por necesidad económica, sino por diversión, socialización o experimentación. Incluso entre los adolescentes se detecta que muchos lo hacen para compartir la experiencia con pares.
Capelli enfatizó que estos datos no descartan riesgos, ya que el juego online puede generar un alto grado de satisfacción cerebral similar al de ciertas sustancias, y eso empuja a repetir la conducta.
Sin embargo, aclaró que para hablar de ludopatía es necesario que se presenten daños más graves, como la pérdida de vínculos, el bajo rendimiento académico o el endeudamiento.
Evitar la estigmatización para prevenir
La profesional resaltó que la prevención no puede basarse únicamente en responsabilizar al individuo o a las familias. "Estamos atravesados por muchos factores: la tecnología, la publicidad, el contexto cultural, y no podemos poner toda la carga en el chico o los padres", afirmó.
En esa línea, sostuvo que la escuela, la universidad, los medios de comunicación y los adultos en general tienen el desafío de promover un uso crítico y responsable de la tecnología, acompañando a los jóvenes con información y contención para que comprendan las consecuencias de estas conductas de juego.
Qué rol cumplen los adultos y la sociedad en esta problemática
Finalmente, Capelli insistió en que este fenómeno interpela a toda la sociedad, no solo a los adolescentes. Recordó que los mensajes que transmiten influencers o figuras deportivas -a menudo fomentando el juego como símbolo de éxito- también refuerzan el atractivo de las apuestas online.
"El compromiso es fomentar el uso responsable de la tecnología, darnos cuenta de que el mercado nos bombardea con propuestas de satisfacción inmediata, y ayudar a los jóvenes a decidir con libertad y conciencia", concluyó.