ARGENTINA

Un conflicto gremial obligará a Argentina a importar langostinos desde Ecuador

La actividad pesquera enfrenta una parálisis que amenaza miles de empleos. Ante la imposibilidad de operar, el país deberá importar mariscos para cumplir contratos internacionales.

A pesar de disponer de una extensa línea costera y una gran riqueza en especies marinas, Argentina se verá obligada a adquirir langostinos en el extranjero para cumplir con compromisos comerciales, debido a un conflicto laboral que mantiene al sector en estado crítico.

La información fue confirmada por la Fundación Latinoamericana para la Sostenibilidad Pesquera (FULASP) luego de una reunión con las principales cámaras empresariales del rubro. Como consecuencia de la inactividad de la flota congeladora, producto de una disputa con los sindicatos, las compañías pesqueras exploran la firma de un acuerdo con Ecuador, que les permitiría cumplir con los envíos pactados para fines de este mes. Esta medida, sin embargo, pone en juego más de 20.000 puestos laborales.

Encuentro decisivo por la compra de langostinos

En el marco de esta crisis, se anticipó una reunión entre autoridades pesqueras argentinas y Diana Salazar Méndez, recientemente designada embajadora ecuatoriana, quien asumió sus funciones el 21 de mayo.

Durante el encuentro, se buscará avanzar en un convenio para adquirir 80.000 toneladas de langostino vannamei, una especie cultivada mediante acuicultura intensiva en Ecuador. El objetivo es abastecer la demanda internacional de países como España, China, Francia, Portugal e Italia. Esta operación sería inédita, ya que representa cuatro veces el volumen que Argentina suele importar anualmente desde ese país.

Detalles sobre el intercambio

Según cifras de la Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca de la Nación, durante todo 2024 Argentina importó 20.887 toneladas de productos del mar ecuatorianos.

El conflicto entre sindicatos y empresas se agravó luego de que las cámaras solicitaran una reducción del 30% en el componente salarial por producción de los marineros. Las compañías argumentan que el convenio vigente es de 2005 y contempla, además del salario básico, un bono vinculado al precio internacional del langostino de entonces, que rondaba los 12 dólares por kilo.

Hoy, con una caída del 60% en ese valor, la ecuación financiera resulta insostenible, ya que la tripulación sigue percibiendo ingresos como si el precio se mantuviera en esos niveles. Mientras los sindicatos rechazan de plano cualquier recorte, las empresas remarcan que los números no cierran: el negocio se ha tornado inviable.

Frente a esta situación, las firmas agrupadas señalaron que "la propuesta de importar surge como una salida provisoria al conflicto, ya que salir a pescar implica pérdidas claras. A esto se suma que el precio internacional del langostino entero descendió un 2,8% en el último año, mientras que el de las colas lo hizo en un 5,6%".

Una ecuación económica desfavorable

"El costo de extracción local es de 6,50 dólares por kilo, mientras que el precio de venta es de 5,50, lo que genera una pérdida de un dólar por cada unidad comercializada. En cambio, comprar langostino vannamei a Ecuador cuesta 4 dólares, lo que permite recuperar parte de la rentabilidad perdida", detallaron desde la FULASP.

Además, las empresas subrayan que "los costos internos siguen creciendo" y que la falta de entendimiento con los gremios compromete la continuidad de la actividad nacional, forzando a las compañías a depender de materia prima extranjera para sostener sus compromisos globales.

Finalmente, Raúl Cereseto, presidente de FULASP, advirtió que "la situación es crítica para toda la cadena pesquera argentina" y expresó su alarma, "especialmente por los trabajadores del sector", ya que considera que si las grandes firmas comienzan a importar y eso se vuelve una práctica habitual, significaría un golpe letal para la pesca nacional, dejando sin empleo a más de veinte mil personas que dependen directamente de esta industria.

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