Durante los dos fines de semana extendidos de junio, más de 2,1 millones de personas recorrieron distintos destinos del país, generando un impacto económico de $412.372 millones en consumos que incluyeron alojamiento, gastronomía, transporte, actividades recreativas y compras.

Este año, los feriados del 17 y el 20 de junio se celebraron por separado, lo que permitió seis días posibles para viajar, distribuidos en dos tramos. Según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), alrededor de 721 mil turistas se movilizaron durante el fin de semana por Güemes y 1,4 millones por el Día de la Bandera.

A pesar del buen movimiento, la cantidad total de viajeros cayó un 16,6% respecto al año pasado, cuando hubo un día extra de descanso. El gasto real también se redujo un 27,9%, reflejando un perfil de turista más contenido, que priorizó acortar su estadía para reducir gastos.

Este año, el promedio de pernoctes fue de 2,2 noches por persona, frente a las 2,9 noches del mismo período en 2024. Los principales ajustes se dieron en recreación y compras, aunque también hubo menos consumo en servicios generales.

En todo el país, las 24 provincias organizaron propuestas culturales, gastronómicas y naturales, con eventos patrióticos, festividades regionales y escapadas a medida para todos los públicos.

Aunque el contexto económico restringió el gasto en varios destinos, hubo buen movimiento en escapadas de cercanía, picos de ocupación en zonas con eventos masivos y una fuerte conexión con lo local: paisajes, sabores e identidad regional.

Desde propuestas rurales en Lobos hasta grandes eventos como la Fiesta Nacional de la Noche Más Larga en Ushuaia, o el regreso del Turismo Carretera en Misiones, cada provincia buscó destacarse para mantenerse en el radar turístico.

Según la CAME, ya se celebraron cinco fines de semana largos en lo que va de 2025, con un saldo de 8,8 millones de turistas movilizados, lo que significó un impacto económico de más de $2 billones (equivalente a unos US$ 1.821 millones).

El turismo interno continúa siendo una herramienta vital para dinamizar las economías regionales y sostener el flujo de ingresos hacia pymes del rubro gastronómico, hotelero y comercial.

Aunque se percibe una tendencia hacia la reducción del gasto promedio y estancias más cortas, los viajes siguen firmes como alternativa de descanso y muestran la importancia de los feriados largos en temporada baja.

Mendoza: nieve, vino y recuperación moderada

En Mendoza, el último fin de semana largo mostró una leve mejora frente al anterior, aunque aún por debajo del nivel habitual que solía posicionar a la provincia como una de las más elegidas.

Durante el feriado anterior por Güemes, la ocupación hotelera no superó el 50% y la actividad comercial fue escasa, especialmente en el microcentro, donde muchos locales decidieron no abrir.

No obstante, las primeras nevadas en la cordillera impulsaron la llegada de turistas, especialmente familias en busca de paisajes blancos y juegos en la nieve. El frío, junto con el cielo despejado, ofreció experiencias únicas para quienes nunca habían conocido la montaña invernal.

Por su parte, el sector vitivinícola sigue adaptándose, apostando por descuentos y promociones para incentivar el consumo local. Con más de 230 bodegas abiertas al turismo, Mendoza continúa liderando el enoturismo a nivel nacional, aunque en un contexto de ajuste que obliga a reinventa