Tras el respaldo de EEUU y la baja del dolar, el Banco Central recortó la tasa de interés del 35 a 25%
La autoridad monetaria redujo la tasa de interés al 25%, con el objetivo de abaratar el crédito, sostener el peso y aliviar la presión sobre el mercado cambiario, tras semanas de alta volatilidad financiera.
El Banco Central decidió reducir la tasa de interés al 25% anual, buscando frenar la presión sobre el dólar, abaratar el financiamiento y generar mejores condiciones en la plaza local.
El Banco Central decidió reducir la tasa de interés al 25% anual.
La economía argentina atraviesa un momento de marcada inestabilidad. Luego de la elección bonaerense del 7 de septiembre, bonos, acciones y el dólar registraron fuertes oscilaciones, lo que llevó al BCRA a mover las tasas como herramienta para sostener al peso y contener la tensión en los mercados financieros.
El Gobierno, además, recibió un importante respaldo de Estados Unidos, que habilitó un swap de divisas por US$ 20.000 millones.
El Gobierno, además, recibió un importante respaldo de Estados Unidos, que habilitó un swap de divisas por US$ 20.000 millones, reduciendo el temor a una devaluación. Ese acuerdo permitió que los activos argentinos recuperaran parte del terreno perdido y mejoró la confianza sobre la economía doméstica.
Un recorte fuerte en la tasa
El organismo monetario bajó en diez puntos porcentuales el rendimiento que paga para absorber pesos del sistema bancario. Así, la tasa pasó de 35% anual a 25%, lo que fue interpretado como un intento de abaratar el crédito, estimular la actividad económica y reducir los costos de endeudamiento del Tesoro. La reacción fue inmediata: subieron las letras y los bonos soberanos en moneda local.
El organismo monetario bajó en diez puntos porcentuales el rendimiento que paga para absorber pesos del sistema bancario. Así, la tasa pasó de 35% anual a 25%.
La decisión también ayudó a frenar la baja del dólar oficial, que había tocado los $1.350 y luego rebotó hasta los $1.380, mostrando un respiro parcial frente al cierre previo. El anuncio se transmitió a través de SIOPEL, la plataforma electrónica de operaciones financieras del país.
La decisión también ayudó a frenar la baja del dólar oficial, que había tocado los $1.350 y luego rebotó hasta los $1.380.
Desde julio, en medio de la fuerte volatilidad, el BCRA viene utilizando la llamada "tasa de simultánea", un mecanismo que cumple la función de esterilizar pesos. Al 18 de septiembre, el stock absorbido por esta vía sumaba 4,7 billones de pesos, mientras que el último dato, del 22 de septiembre, mostraba un saldo más bajo de 3,3 billones de pesos.
Consecuencias sobre la economía real
La estrategia impulsada por Santiago Bausili y su equipo ya se orientaba hacia un recorte de tasas. El salto del dólar, la eliminación de las LEFI y la derrota electoral del oficialismo en Buenos Aires habían dejado tasas muy altas que enfriaban la economía y restringían el crédito, con el fantasma de una recesión en el horizonte.
La estrategia impulsada por Santiago Bausili y su equipo ya se orientaba hacia un recorte de tasas.
El foco ahora está puesto en los plazos fijos. Los analistas señalan que, si la baja del BCRA se sostiene, inevitablemente impactará en todo el sistema financiero. Aunque los efectos no serán inmediatos, ya en la rueda del miércoles los rendimientos de las Lecap, bonos en pesos y títulos indexados por inflación reflejaron caídas significativas.
Un ejemplo claro: la Lecap a un mes, con vencimiento el 31 de octubre, pasó de ofrecer casi 4% mensual a 3,25% mensual. En términos anuales, cayó de cerca del 48% a más del 39%, es decir, una pérdida de casi 10 puntos porcentuales en un solo día.
Este proceso influye directamente en el crédito, en el costo de financiamiento del Tesoro y en los fondos comunes de inversión que abastecen a las billeteras digitales.
Este proceso influye directamente en el crédito, en el costo de financiamiento del Tesoro y en los fondos comunes de inversión que abastecen a las billeteras digitales. A la larga, terminará trasladándose a las tasas de los depósitos a plazo fijo, que en el corto plazo ofrecerán rendimientos más bajos si la política de relajación monetaria continúa.