Entrevista en Radio Jornada

Sebastián Laza "Los mercados aún son optimistas, pero no se casan con nadie"

El economista hizo un análisis de la gestión económica del gobierno de Javier Milei apuntando a la "emocionalidad" de los mercados. También opinó sobre la quita de impuestos a la tecnología

Desde la perspectiva de la economía de la conducta, el economista Sebastián Laza sostuvo que los mercados mantienen una postura de "optimismo cauteloso" frente al programa económico de Javier Milei. En diálogo con Radio Jornada (91.9), advirtió que ese respaldo no es incondicional y que aún persisten inconsistencias.

 Laza se animó a puntuar el "índice de optimismo" de los mercados y dijo que del 1 al 10, está por por encima de la media, es decir, arriba de 5.  

"Es más optimista que durante el gobierno anterior, pero eso no significa que el camino esté despejado", afirmó. 

Expectativas, emociones y economía: el  termómetro del mercado 

Autor del libro Economía de las emociones, Laza explicó que todas las decisiones económicas están atravesadas por la psicología y las expectativas. "La economía es psicología pura. Más allá de los modelos, todo está influido por el humor y la percepción de lo que vendrá", dijo. 

Consultado sobre cómo evalúan los mercados el plan libertario, fue claro: "Los mercados han acompañado porque valoran el equilibrio fiscal, el respaldo del Fondo Monetario y la baja de la inflación. Pero no se casan con nadie. Siguen viendo nubarrones, por eso el optimismo es moderado, no eufórico". 

Para el economista, el gobierno deberá sostener resultados en el tiempo si pretende conservar esa confianza: "En 2023 las expectativas estaban en cero. Hoy están más arriba, pero ese voto de confianza puede evaporarse rápido si aparecen señales contradictorias". 

Para Laza, la quita de impuestos a los celulares es positiva

Entre las medidas recientes, el gobierno anunció una baja de impuestos internos y aranceles a la importación de productos electrónicos, especialmente celulares. Laza sostuvo que la decisión apunta a reducir los precios al consumidor, aunque advirtió que podría afectar a la industria de Tierra del Fuego: "Le bajaron más el impuesto interno que a lo importado, para que no pierda del todo competitividad". 

El economista también cuestionó la viabilidad del régimen fueguino: "No son competitivos a nivel costos, y la logística encarece aún más porque están a 3.000 kilómetros de los principales centros de consumo". Según su visión, esa región debería enfocarse en sus verdaderas fortalezas: "Tierra del Fuego tiene potencial en turismo y pesca, no necesita vivir de subsidios arancelarios eternamente".

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