Reconocen que cada vez más jubilados en Mendoza buscan comida en Cáritas
Así lo informó el responsable de la colecta de Cáritas en Junín, el padre Daniel Caballero, quien detalló el estado actual en el que viven muchos jubilados en Mendoza
El padre Daniel Caballero, cura párroco de la iglesia San Isidro Labrador en Junín, Mendoza, brindó detalles sobre la Colecta Anual de Cáritas, una iniciativa vital para la asistencia social a los mendocinos que estén situación vulnerable, como los jubilados que suman cada vez más comida en la institución religiosa.
"Se ha preparado con mucho tiempo y lleva una gran preparación de meses, con varias reuniones para capacitar a la gente no sólo con los jóvenes y también algunos adultos", explicó Caballero. La colecta, que comenzó el pasado lunes 3 de junio, busca la colaboración de la comunidad a través de alcancías distribuidas en semáforos, comercios y supermercados, asegurando que todos tengan acceso a participar en esta única recaudación de fondos anual de Cáritas a nivel nacional.
Los fondos recolectados se destinan a un triple propósito: una parte se envía a Cáritas nacional para contingencias climáticas y asistencia en todo el país; otra se dirige a Cáritas provincial en Mendoza para obras de gran impacto social; y finalmente, un tercio permanece en la Cáritas parroquial de Junín.
Este último porcentaje permite financiar emprendimientos como talleres de cocina y costura, que no solo proveen alimentos y vestimenta, sino que también capacitan a la comunidad. "Con esta colecta se ayuda no sólo para comprar mercaderías, sino también por ejemplo acá el año pasado compramos una gran cantidad de telas, de relleno, hilos y todo para enseñar, a través de un taller de costura, a que la gente hiciera sus prendas de vestir, sus acolchados para el invierno, y talleres de todo tipo", detalló el padre Caballero.
El trabajo de Cáritas se centra en "abrazar esa vida, como viene a veces, esa vida viene muy pobre, muy vulnerable, muy dañada, con un tejido social muy deteriorado", describe el religioso, haciendo hincapié en la presencia de "los nuevos pobres" y la creciente situación de calle.
La organización no espera que la gente se acerque, sino que va "al encuentro de ellos", visitando barrios populares, villas y asentamientos, así como brindando asistencia a personas en situación de calle en lugares como la Terminal.
Una de las manifestaciones más palpables de la crisis social que atraviesa el país es la olla solidaria, que lleva un año en funcionamiento y cada vez asiste a más personas. Al respecto, el padre Caballero relató una conmovedora escena del martes pasado, donde repartieron "más de mil viandas de comida con un guiso caliente bien suculento, con pan, se trata de llevar una fruta, algo más para los chicos, ahora por las calorías para el invierno, un alfajor y cada vez son más y vamos viendo las realidades".
Alarmantemente, "hoy en día también se nos han sumado muchos jubilados", afirmó, señalando la precaria situación de aquellos que, cobrando la mínima, deben afrontar alquileres, el cuidado de hijos discapacitados y la falta de cobertura en salud.