Matías Alé y Martina Vignolo se casaron en Mar del Plata: amor, emoción y un "sí" con sello propio
Tras más de un año de compromiso, el actor y su pareja formalizaron su amor en un íntimo civil en la ciudad balnearia. Este viernes celebrarán la ceremonia religiosa en la iglesia San Pablo y San Juan Bosco
Luego de una propuesta de casamiento que había sorprendido al público durante los Martín Fierro Federal, Matías Alé y Martina Vignolo sellaron oficialmente su amor. La pareja se casó este jueves en Mar del Plata, en un civil celebrado en Independencia 2846, rodeados de familiares y amigos.
La pareja ya prepara la ceremonia religiosa, que tendrá lugar este viernes en la Parroquia San Pablo y San Juan Bosco (RSFotos)
El actor, fiel a su estilo, lució un traje celeste pastel con camisa blanca sin corbata, mientras que Martina deslumbró con un vestido corto color durazno, hombros al descubierto y un ramo de flores en tonos suaves. A la salida, fueron recibidos con aplausos, arroz y flashes, en un clima de pura emoción.
La pareja dándose su primer beso como marido y mujer en el registro civil (RSFotos)
"Increíble. Ya estamos casados. Muchas gracias", dijo un conmovido Alé ante los medios. Martina, entre lágrimas, agregó: "Fue muy emocionante, sobre todo escuchar a nuestros padrinos y ver a todos juntos compartiendo este momento".
La pareja ya prepara la ceremonia religiosa, que tendrá lugar este viernes en la Parroquia San Pablo y San Juan Bosco, el templo que la novia soñaba desde chica. "Le agradecí a Mati por venir hasta acá por mí. Casarme en Juan Bosco era mi sueño", confesó emocionada.
Con risas, ternura y complicidad, Alé y Vignolo dieron el gran paso en una historia de amor. (RSFotos)
Sobre la luna de miel, Martina aseguró no saber el destino: "Prefiero dejarme sorprender, las sorpresas de Mati siempre son hermosas".
Mientras organizan la próxima temporada teatral de verano, los flamantes esposos aún no definen su residencia definitiva, aunque lo tienen claro: "A donde sea, pero siempre juntos", afirmó ella.
Con risas, ternura y complicidad, Alé y Vignolo dieron el gran paso en una historia de amor que demuestra que siempre hay lugar para volver a empezar y apostar por la felicidad.