Víctor Legrotaglie, el gran símbolo de toda la familia blanquinegra
Al "maestro" se lo considera el mejor futbolista nacido en Mendoza. Fue un ícono del Lobo, sobre todo en los viejos campeonatos nacionales. Un crack cuyo recuerdo sigue vigente, al punto de que el estadio lleva su nombre.
En los viejos Torneos Nacionales que se disputaron en la Argentina, entre 1967 y 1985, Gimnasia y Esgrima tuvo su época de oro bajo el aura de "Los Compadres". Allí descollaba una figura rutilante, que con méritos sobrados se ganó el derecho a ser considerado el "mejor futbolista mendocino de todos los tiempos": Víctor Legrotaglie.
"El Víctor" es considerado un ícono dentro de la familia gimnasista y marcó un antes y un después en la historia "mensana".
El 14 de abril de 1956, Legrotaglie debutó en el Lobo y generó un amor a primera vista. Sin haber hecho inferiores, se transformó, con 19 años, en la cara de ese estilo de galera y bastón que la institución siempre había pregonado.
TRES CANTICOS INOVIDABLES
"En Alemania, Beckenbauer; en Brasil, el Rey Pelé; y en la cancha de Gimnasia, Legrotaglie y su ballet", se escuchaba en las tribunas.
También: "No se llama Maradona, no es Alonso ni Pelé, es el Maestro Legrotaglie, el mejor número 10".
"Hoy Mendoza está de fiesta, llegó 'el Víctor' con su orquesta".
En los Nacionales del 70 al 72, Víctor traspasó talento a Alfredo Ángel Sosa, el Polaco Alfredo Victorino Torres y Carlos Gil Aceituno, con quienes conformó el famoso grupo "Los Compadres".
Legrotaglie, considerado uno de los mejores jugadores de aquella época, junto a Tomás "Trinche" Carlovich, jugó en el "Lobo" hasta 1974.
También lo hizo en los Nacionales 1970, 1971, y 1972, en 1973, también aparece, pero como refuerzo de Independiente Rivadavia.