INFLACIÓN MAYO

Las consultoras anticipan que la inflación de mayo será la más baja en cuatro años: menos del 2%

El índice de precios al consumidor habría crecido apenas un 1,8% en mayo, impulsado por la estabilidad del dólar, promociones comerciales y bajas en alimentos y electrodomésticos. Sería el dato más favorable desde mayo de 2020.

La inflación de mayo marcaría un fuerte retroceso, con un aumento del 1,8% mensual en la región del Gran Buenos Aires, según un relevamiento de la consultora C&T Asesores Económicos. Este sería el registro más bajo desde mayo de 2020, en pleno confinamiento por la pandemia, cuando se había desacelerado el consumo general. A nivel interanual, la variación de precios se ubicaría en torno al 42,5%, el menor nivel en más de tres años.

De acuerdo con el informe, la estabilidad cambiaria, una baja en la presión impositiva, la campaña comercial del Hot Sale y condiciones climáticas más favorables, como la reducción de lluvias en la primera parte del mes, contribuyeron a la moderación inflacionaria.

El evento de descuentos masivos del Hot Sale tuvo una fuerte incidencia, especialmente en la segunda semana de mayo, lo que empujó a la baja los precios en electrodomésticos, ropa y productos electrónicos, entre otros. Si bien luego se observó una leve recuperación, en varios rubros el descenso se mantuvo. En ese contexto, la indumentaria y los bienes para el hogar prácticamente no mostraron aumentos. Además, la ausencia de actualización salarial para el personal doméstico impactó en la contención de los costos en ese sector.

Por otro lado, el descenso en los precios de verduras -y en menor medida, de frutas- gracias al clima más seco, también aportó al alivio en el rubro alimentos. Este efecto se combinó con cierta moderación en los precios de panificados, aceites, lácteos y grasas. Dentro del segmento de bebidas, las alcohólicas bajaron, mientras que las sin alcohol siguieron con incrementos más acelerados. En conjunto, el rubro de alimentos y bebidas apenas subió un 0,4% en el mes.

Dentro del desglose por sectores, esparcimiento fue el ítem con mayor alza, en gran parte por los aumentos en paquetes turísticos y alojamiento. Le siguió el rubro educación, impulsado por nuevos ajustes en las cuotas escolares, y luego salud, donde el principal motor fue la suba en las prepagas. En tanto, en bienes y servicios varios se destacaron los aumentos en productos de cuidado personal y cosmética.

En el área de transporte, se registraron bajas en combustibles, una nueva moderación en el precio de autos y subas en el transporte público, debido a los ajustes tarifarios en líneas nacionales que operan en el AMBA. Los servicios básicos como electricidad y agua tuvieron incrementos mínimos, mientras que la falta de aumentos en los sueldos de porteros ayudó a que el rubro vivienda se mantuviera con variaciones acotadas.

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