El dramático caso de las hijas de Adriana Suárez Cervant, la mujer acusada de asesinar y descuartizar a César Darío Rodas en Guaymallén, ha generado fuerte preocupación en el sistema de protección infantil de Mendoza. Las cinco niñas, de entre 5 y 15 años, quedaron bajo custodia del Estado provincial y permanecen internadas para recibir atención médica y psicológica.

Trascendidos policiales y judiciales indicaron que las niñas fueron rescatadas de la vivienda de Dorrego luego de que se hubiera cometido el hecho, por lo que habrían sido testigos de lo que sucedió. Por la situación que agrava su estado emocional y de vulnerabilidad y por una denuncia sobre un presunto abuso sexual hacia una de las niñas por parte del hombre que luego fue asesinado, las chicas fueron ingresadas a un hospital y están bajo la custodia del Estado. 

Por lo tanto, aún no se define quién se hará cargo de ellas una vez que reciban el alta hospitalaria.

La brutal escena que presenciaron las niñas

Según trascendió en la causa judicial, las niñas habrían estado presentes en la casa de Dorrego durante el asesinato de César Darío Rodas, y también después del crimen, cuando los acusados -Suárez Cervant y Marcelo Rubén Altamirano- intentaron descuartizar y quemar el cuerpo de la víctima en una parrilla. 

Además, una de las menores había sido víctima de abuso sexual por parte del hombre asesinado, según una denuncia previa.

El futuro incierto de las menores

Desde el ETI (Equipo Técnico Interdisciplinario) indicaron que las niñas están siendo evaluadas por profesionales de la salud para garantizar su integridad física y psíquica. Aún no se ha definido cuál será su destino una vez que salgan del hospital. En el pasado, habían quedado a cargo de su abuela paterna cuando ambos padres estuvieron detenidos, pero las autoridades analizarán nuevamente la situación para garantizar su resguardo y bienestar a largo plazo.