La nueva vida de Lautaro Gutiérrez a los 16 años
Lautaro Gutiérrez de 16 años, fue sometido a un trasplante de corazón a fines de septiembre en el Hospital Español de Mendoza. Su historia y emoción conmovió y movilizó a toda Mendoza.
Los doctores Roberto Welti (Jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular, Tórax y Trasplante), Federico Welti (Cirujano Cardiovascular) y Nicolás Renna (Jefe de Unidad Coronaria) dieron detalles de esta operación y cómo se trabaja en el Hospital Español.
El Dr. Federico Welti, cirujano cardiovascular del Hospital Español de Mendoza, ofreció un informe detallado sobre el reciente trasplante cardíaco pediátrico, un procedimiento que exigió una coordinación extrema y la participación de un equipo profesional masivo.
Evaluación Inicial y Pacientes de Urgencia
El proceso comienza con una serie de evaluaciones que el equipo denomina el pretrasplante, donde se determina si el paciente califica para ingresar a una lista de espera. Las categorías de espera incluyen la emergencia (urgencia) y los pacientes que pueden estar en una lista no electiva.
El doctor explicó que el paciente, Lautaro, fue clasificado en la lista de urgencia. Esta urgencia se debía a que el chico requería drogas y monitoreo constante para mantenerse estable, lo que implicaba que no era candidato para estar en una lista de espera en su casa.
Se destacó la participación esencial de numerosos profesionales, desde técnicos, anestesistas y cardiólogos hasta enfermeros. Específicamente, el servicio de enfermería y cardiología de la unidad coronaria del Hospital del Carmen fue fundamental para mantener a Lautaro estable y en óptimas condiciones para recibir el trasplante. Al tratarse de un menor, el proceso también incluyó contención psicológica dirigida tanto al paciente como a sus padres.
Logística Crítica: Tiempos de Isquemia y Coordinación
La activación del operativo se produjo en la madrugada del 30 de septiembre, alrededor de la 1 de la mañana, cuando el centro de procuración se puso en contacto con el equipo. Una vez que el órgano es aceptado-lo cual se decide en base a las medidas antropométricas y los antecedentes del donante-, se inicia la logística del operativo.
El Dr. Welti subrayó que los tiempos de isquemia (el tiempo que el órgano pasa sin irrigación) son muy acotados en los trasplantes de corazón. Lo óptimo es que el tiempo desde la ablación (extracción) hasta el implante no exceda las 4 horas. Esta limitación temporal es lo que hace que la coordinación sea tan delicada y a veces obligue a rechazar operativos si el tiempo necesario se excede. La ablación se llevó a cabo alrededor de las 4:30 o 5:00 de la mañana, y el procedimiento quirúrgico finalizó en horas de la tarde, cerca de las 5 o 6 PM.
Para manejar esta complejidad logística, la coordinación la realiza el Incucai (o Incaimen regional), que fiscaliza, normatiza y organiza el procedimiento. El Incucai coordina equipos múltiples que vienen de otras provincias para trasplantes hepáticos, pulmonares o renopancreáticos. También se encarga de coordinar con el financiador, que en este caso fue OSP, y organizar la logística de transporte, incluyendo aviones o ambulancias. Por ejemplo, un viaje a San Juan en ambulancia, que toma 2 horas y media, tiene una duración similar a un vuelo a Buenos Aires.
El Despliegue de Personal e Infraestructura
Una vez que se acepta el órgano, parte del equipo debe viajar al centro de procuración para realizar la ablación. Cinco personas intervienen solamente en el proceso de ablación (anestesista, cirujanos e instrumentista). Mientras, el resto del equipo se queda en la institución preparando el quirófano para el implante.
El número de profesionales involucrados en el procedimiento es masivo. Aunque el grupo quirúrgico directo (incluyendo cardiólogos, cirujanos, anestesistas e infectólogos) es de unas 20 a 25 personas, el total de participantes abocados al manejo del procedimiento asciende a unas 50 personas. Dentro del equipo central del hospital se encuentran la Dra. María José Torres, el Dr. Rena, el Dr. Roberto Welti y el jefe de cirugía cardíaca y trasplante (el padre del Dr. Welti).
En paralelo al operativo, la institución adapta su estructura: se prepara un sector completo de la unidad coronaria, se notifica a la guardia y se restringe el acceso para que el paciente tenga todo lo que necesite al salir del quirófano. El soporte de la infraestructura es vital, y se destacó que la infectología es fundamental para el monitoreo adecuado y el seguimiento de la inmunosupresión postrasplante.
Evolución Postoperatoria y Seguimiento
La evolución de Lautaro ha sido favorable y muy buena, considerada una evolución esperable o adecuada para un trasplante cardíaco.
El proceso postoperatorio exige controles rigurosos y detallados. Estos incluyen la realización de la biopsia endomiocárdica para verificar que no haya rechazo, además del dosaje constante de las drogas inmunosupresoras. El seguimiento no puede relajarse, especialmente durante los primeros meses. La posibilidad de que el paciente sea dado de alta a corto plazo (posiblemente unos 10 días) dependerá de su evolución y de que pueda continuar los controles de forma ambulatoria.
Programas de Trasplante en el Hospital
El Dr. Welti finalizó destacando que el servicio también participa en otros trasplantes, incluyendo el riñón y el reno páncreas, siendo la institución una de las pocas habilitadas para este último.
El servicio de trasplante renal del hospital es uno de los más activos del interior del país por la cantidad de trasplantes que realiza, siendo el trasplante renal el más frecuente en general. Además, el hospital es uno de los pocos centros que realiza trasplante renal con donante vivo relacionado. En el caso de donantes vivos, se utiliza la técnica de ablación por vía laparoscópica con cirugía mínimamente invasiva, un procedimiento que se realiza mediante mini incisiones y que el hospital lleva a cabo desde hace algunos años.