Para hablar de minería en Mendoza primero se debe brindar información, luego se puede pensar en erradicar el mito que provoca desconfianza en la población, pero por sobre todo lo que se debe entender es que los tiempos de la minería no son inmediatos, sino todo lo contrario. 

Así, comenzó todo en los 80, en el norte de San Juan, en el departamento de Jáchal, donde se encuentra ubicado el yacimiento minero Gualcamayo, mina de oro propiedad de Minas Argentinas SA.

Te Puede Interesar

El proyecto ambicioso donde se invirtió tiempo, dinero y trabajo dio inicio con el descubriendo de minerales en dos zonas que denominaron Amelia Inés y Magdalena, y ya a finales de los 90 se hicieron las primeras campañas de exploración en estos sectores que en aquel momento comenzó bajo la firma de la empresa anglocanadiense Yamana Gold, pero no cumplía las expectativas y quedaron abandonados. 

Después de varios años trascurridos y con lo que significó el descubrimiento de la quebrada principal por las anomalías de oro lo siguiente era perforar para darle más desarrollo al descubrimiento. Ya a fines del 2023, el Grupo Aisa liderado por el empresario español Juan José Retamero adquirió a través de su empresa Eris LLC la concesión de Gualcamayo. 

"El caso de esta mina fue un caso exitoso, que a los 15 o 20 años, una explotación rápida, pero insisto, 15 o 20 años pudimos convertirla en mina. Pero es válido transmitir ese concepto para que la gestión de la expectativa de lo que la minería va a generar en Mendoza, también va a hacerlo en función de esos plazos", expresó a este medio Ignacio Cuadra, gerente de geología y exploración distrital en la mina. 

Y agrega: "El caso de Gualcamayo es válido dado que han estado trabajando y ahora vuelven a seguir explorando y podemos tener hasta 30 años más". En la actualidad Gualcamayo está produciendo a partir de la recuperación secundaria de su Pila de Lixiviación, desarrollando tareas de exploración y avanzando en la factibilización técnica y económica de distintos proyectos que se presentaron ante el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Esas iniciativas permitirán extender la vida productiva del yacimiento durante, al menos, otras dos décadas.