Entrevista en Radio Jornada

"Hoy los chicos eligen pantallas, pero los juguetes clásicos siguen teniendo su magia"

Alejandro Macchiavello, representante de Duravit, habló sobre la vigencia de los juegos tradicionales frente al avance de la tecnología.

Redacción

La cercanía del Día del Niño vuelve a poner en escena un debate que atraviesa generaciones: ¿cómo han cambiado los juegos de los más pequeños? Alejandro Macchiavello, representante de la histórica marca de juguetes Duravit, sostiene que, aunque las pantallas han ganado terreno, los clásicos siguen ocupando un lugar en la infancia.

En diálogo con Radio Jornada 91.9, el empresario destacó la importancia de que los niños mantengan un vínculo con juguetes que estimulen la creatividad, el movimiento y la interacción social, más allá de las modas impuestas por la tecnología.

Alejandro Macchiavello, representante de la histórica marca de juguetes Duravit

El avance de las pantallas
Macchiavello reconoce que hoy el celular, la tablet y la consola compiten de manera directa con los juguetes tradicionales

"El juego cambió porque cambió la sociedad", aseveró el juguetero y agregó "Los chicos están más conectados a lo digital, y eso influye en sus preferencias".

Sin embargo, advierte que esa tendencia no implica que el juguete físico haya perdido sentido: "Un juego de mesa, una pelota o un autito siguen generando momentos compartidos y memorables".

Una eterna marca de juguetes

La empresa, que lleva décadas en el mercado argentino, ha visto pasar generaciones enteras. "Muchos padres que hoy vienen a comprar son los mismos que, de chicos, jugaban con nuestros productos", contó. 

Para Macchiavello, esa continuidad no es casual: "Los juguetes bien hechos y duraderos se transforman en parte de la historia familiar". La marca ha incorporado nuevos diseños y materiales, pero sin abandonar la esencia que la caracteriza.

Los Duravit, juguetes que nunca pasan de moda

El valor del juego compartido

Más allá de las tendencias, Macchiavello subraya que el juego no es solo entretenimiento, sino también un espacio de aprendizaje y vínculo. "El juego estimula la imaginación, enseña a respetar reglas y a interactuar con otros. Es fundamental que los adultos acompañen y se involucren, aunque sea un rato al día", dijo. En tiempos donde la tecnología tiende a aislar, los juguetes tradicionales siguen siendo una excusa perfecta para reunir a la familia.

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