Informe completo

Horror sin límites: nuevas autopsias revelan torturas y mutilaciones en el triple crimen narco

Se conocieron más detalles de los últimos minutos con vida de Brenda del Castillo, Lara Gutiérrez y Morena Verdi.

La investigación sobre el triple femicidio narco de Florencio Varela sigue generando datos estremecedores. Tras conocerse detalles sobre la violencia que sufrieron las jóvenes, ahora se suman los pormenores de los análisis forenses realizados a las tres víctimas de este crimen violento: Lara Gutiérrez, Morena Verdi y Brenda del Castillo. Las chicas fueron cruelmente torturadas.

Los análisis forenses sugieren que Morena y Brenda habrían fallecido antes que Lara, basándose en el hecho de que sus cuerpos presentaban más signos de putrefacción y descomposición. No obstante, los expertos no pueden determinar con total certeza quién murió primero, aunque se conoció que las víctimas fueron amordazadas, y tenían sus tobillos y rodillas atadas.

Lara Gutiérrez, sufrió siete lesiones violentas en vida. Lo más impactante es que tenía completamente cercenada una de sus orejas y también las yemas de cuatro dedos de su mano izquierda.


La autopsia también reveló que la menor de 15 años fue encontrada vestida con medias de color rojo, un pantalón jogging celeste, un buzo que parecía blanco y ropa interior. Tenía una mordaza alrededor de la boca y el cuello, cintas plásticas en ambas rodillas, y un cordón en ambos tobillos. Al lado de su cuerpo, se encontró un cuchillo de cocina con borde aserrado y mango plástico negro, y fragmentos de vidrio verde.

Según determinaron los peritos, la causa final de su fallecimiento fue un shock por pérdida de sangre. En detalle, Lara sufrió heridas cortantes y punzantes con elementos filosos.

Lara Gutiérrez.

Además, tenía lesiones en la zona de la segunda falange de todos los dedos de la mano izquierda y pérdida de las yemas en cuatro de ellos. Esto significa que, por acción de golpes fuertes, presión o contacto con un objeto contundente o filoso, se desprendieron o arrancaron los extremos de esos dedos, pero no de manera completa. Todas las lesiones detalladas muestran signos de haberse producido cuando la menor aún estaba viva. El corte más grave estuvo en el lado derecho del cuello.

Morena Verdi fue hallada con un pantalón jogging negro, remera blanca de manga larga con cierre, ropa interior, zapatillas blancas y azules y una media blanca. Tenía también una pulsera de tela negra, otra roja en la muñeca izquierda, un anillo metálico dorado con medalla en el dedo anular derecho y aros en ambos lóbulos.

Morena Verdi.

Al cadáver le habían sujetado ambos tobillos con un cordón y las muñecas con cinta plástica. Tenía una mordaza de cinta plástica en la zona de la boca, la cabeza cubierta por una bolsa plástica y un lazo de tela, similar a una bufanda, alrededor del cuello. Además, se encontraba parcialmente cubierto de tierra.

El informe de autopsia detalla que la causa de muerte se relaciona con el estrangulamiento a lazo y una fractura cervical, originados ambos por mecanismos de compresión. Todas las heridas relevantes se atribuyen a golpes realizados con elementos duros.

Morena presentaba múltiples lesiones traumáticas en distintas zonas del cuerpo. Las heridas principales corresponden a una fractura en la columna cervical (luxofractura entre la primera y segunda vértebra), que afectó la médula espinal y centros nerviosos clave para la respiración y el ritmo cardíaco, produciendo lo que se conoce como "shock neurogénico".

Además, tenía un surco completo en el cuello, compatible con estrangulamiento a lazo. El documento señala también varios signos en el rostro, tórax y otras zonas compatibles con golpes y presiones ejercidas con o contra objetos duros. Finalmente, detalla que el mecanismo de muerte se explica por el daño severo en la médula y por la falta de oxígeno debida a la compresión del cuello, lo que interrumpió la respiración y el flujo de sangre al cerebro.

Brenda Loreley Del Castillo murió de un paro cardiorrespiratorio traumático, a raíz de traumatismos de cráneo. Tras su fallecimiento, la descuartizaron a la altura del abdomen.

La joven tenía 20 años y era mamá de un bebé de un año.

Su cadáver fue hallado cubierto con varias telas tipo sábanas floreadas y lisas, y estaba atado con cinta plástica en los pies, a la altura de las rodillas y en ambas manos. Además, tenía una mordaza verde que le cubría la boca, vestía únicamente ropa interior y, al costado de su cuerpo, a la altura de la cabeza, había una bolsa plástica negra.

Brenda Del Castillo.

La autopsia indica que Brenda sufrió múltiples traumatismos, principalmente en la cabeza, además de heridas cortantes y punzantes en el cuello y la mama derecha. El cráneo tenía fracturas múltiples, con hundimiento del hueso frontal, aplastamiento del macizo facial y fractura de la base del cráneo, lo que causó lesiones encefálicas severas, consideradas por los forenses suficientes para provocar la muerte.

Las heridas cortantes, aunque fueron numerosas, no comprometieron órganos vitales, salvo una puñalada profunda en la sien derecha (el lateral) que llegó a la tráquea. El mecanismo de las lesiones señala que fueron provocadas por un objeto duro, con punta y filo.

Esta nota habla de: