UNESCO

Estados Unidos anunció que abandonará por tercera vez la UNESCO, la agencia cultural de la ONU

La administración de Donald Trump decidió nuevamente abandonar la UNESCO, marcando la tercera salida en la historia del país. La medida responde a razones ideológicas, desacuerdos con la inclusión de Palestina y un giro en la política exterior hacia el aislacionismo estratégico.

Estados Unidos volverá a dar un paso al costado en la UNESCO, la agencia de la ONU dedicada a promover la cultura y la educación. La medida, impulsada por el presidente Donald Trump, representa su segunda decisión similar al frente del Ejecutivo y la tercera salida del país norteamericano de este organismo desde su fundación.

Si bien es la segunda vez que esto ocurre bajo el mando de Trump, en total es la tercera vez en la historia que Estados Unidos sale del organismo

La UNESCO fue creada tras la Segunda Guerra Mundial con sede en París, con el objetivo de fomentar la paz a través de la cooperación internacional. Esta no es la primera institución multilateral que Trump decide abandonar: ya lo hizo anteriormente con la OMS, el Consejo de Derechos Humanos, el acuerdo climático de París y el acuerdo nuclear con Irán, decisiones que fueron revertidas luego por Joe Biden al asumir la presidencia.

Con su regreso a la Casa Blanca, Trump vuelve a priorizar su política de "Estados Unidos Primero", y ordenó no solo el retiro de la UNESCO sino también la suspensión de aportes financieros a la agencia de asistencia palestina UNRWA, en el marco de una revisión más amplia que concluirá en agosto.

 Es la segunda vez que Donald Trump decide la baja de Estados Unidos  de la Unesco

Según la vocera de la Casa Blanca, Anna Kelly, Trump decidió salir del organismo por apoyar "causas sociales y culturales progresistas y polarizantes". El Departamento de Estado, conducido por Marco Rubio, explicó que permanecer en la UNESCO no representa un beneficio para los intereses nacionales, y acusó a la organización de impulsar una agenda globalista contraria a la línea política estadounidense.

La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, expresó su pesar por la decisión, aunque aclaró que era esperada y que la institución se encontraba preparada para este escenario. Indicó que la agencia recibe solo un 8% de su presupuesto de Washington y que ha trabajado en diversificar sus fuentes de financiamiento.

Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO

Desde Israel, el anuncio fue bien recibido. Para el gobierno estadounidense, uno de los factores determinantes fue la admisión de Palestina como Estado miembro, algo que choca con la postura oficial de EE.UU. y, según sostienen, ha intensificado el discurso antiisraelí dentro del organismo.

Funcionarios de la UNESCO aseguran que todas las resoluciones fueron acordadas tanto con Israel como con Palestina durante los últimos años. Para Azoulay, las razones esgrimidas por Estados Unidos ya no se ajustan a la realidad actual, y destacó el trabajo del organismo en temas como la educación sobre el Holocausto y la lucha contra el antisemitismo.

Estados Unidos se había retirado previamente en 1984 bajo la presidencia de Ronald Reagan, y no volvió hasta 2003, cuando George W. Bush consideró que la UNESCO había emprendido las reformas necesarias. Ahora, la salida será efectiva a fines de 2026, en un contexto en el que Trump busca reposicionar a EE.UU. en organismos internacionales alineados con sus prioridades.

Azoulay advirtió que la salida podría impactar en universidades, ciudades que aspiran a ser reconocidas como Ciudades Creativas y en sitios candidatos a integrar la Lista del Patrimonio Mundial, lo que muestra que la decisión trasciende lo diplomático y afectará también en lo cultural y educativo.

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