China y Rusia alzaron la voz contra los recientes bombardeos llevados a cabo por Estados Unidos en Irán, señalando que estas acciones representan una amenaza directa a la estabilidad global y una escalada peligrosa en Medio Oriente.

Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno chino de Xi Jinping, un vocero manifestó que los ataques norteamericanos incluyeron objetivos nucleares sometidos a control del Organismo Internacional de Energía Atómica, lo que intensificó la condena de Pekín. Rusia, por su parte, fue aún más contundente: su canciller Sergei Lavrov advirtió que "la Tercera Guerra Mundial podría estar a la vuelta de la esquina".

Lavrov cuestionó el uso del argumento de la autodefensa, sin respetar las normas de la Carta de las Naciones Unidas, lo que a su entender podría conducir a un "colapso total del orden internacional".

Al abordar la postura de los países occidentales sobre el conflicto, Lavrov fue tajante: "Son los más cínicos. Algunos dicen que Israel tiene derecho a defenderse, como afirmó Macron. ¿Defenderse de qué exactamente?".

Desde China, el portavoz oficial remarcó que las acciones de Washington violan gravemente los principios fundamentales del derecho internacional y de la ONU, generando una mayor tensión en una región ya en crisis.

Pekín instó a las partes involucradas, en especial a Israel, a alcanzar un alto el fuego inmediato, proteger a la población civil y abrir canales de diálogo para frenar el conflicto armado.

Finalmente, el representante del gobierno chino afirmó que su país está dispuesto a trabajar junto a la comunidad internacional para defender la paz y la justicia, y contribuir a restablecer la estabilidad en Medio Oriente.