En una ciudad en constante movimiento como Mendoza, las soluciones de transporte no se limitan solo a llevar personas. Cada vez más usuarios recurren a servicios de carga para resolver traslados que requieren rapidez, tamaño especial o logística puntual. La aplicación Maxim compartió una lista de los encargos más particulares que circularon recientemente por la provincia, reflejando la creatividad y las necesidades prácticas de los mendocinos.

Entre los pedidos más llamativos aparecen elementos de gran volumen o poco habituales, como un chulengo, colchones, lavarropas y escritorios. También figuran objetos menos convencionales: estructuras metálicas, un viejo radiograbador, bolsas con zapatos usados, estufas a gas y cajas con botellas de vidrio.

A esto se suman artículos de uso más frecuente, como electrodomésticos (heladeras, cocinas, microondas, televisores) y muebles diversos, tales como sillas, mesas ratonas, bibliotecas y cajoneras. En varios casos, los usuarios solicitaron ayuda extra para la carga de objetos pesados o coordinaron entregas con personas diferentes del remitente.

La lista también revela algunos envíos atípicos que demuestran la versatilidad del servicio: repuestos de vehículos, impresoras, bolsas de plástico reciclado o incluso una lona para pileta, confirmando que la aplicación se ha convertido en una herramienta clave para resolver desafíos logísticos del día a día.

La función de carga ofrecida por Maxim se posiciona como una alternativa ágil y conveniente frente a los métodos tradicionales de flete. La diversidad de objetos trasladados no solo muestra la adaptabilidad del servicio, sino también cómo los usuarios lo incorporan a sus rutinas para resolver urgencias o necesidades poco comunes.