El Barcelona gana la Copa del Rey en una loca final
Acaso la mejor manera de entender lo que fue esta final de Copa del Rey ganada por el F煤tbol Club Barcelona al Real Madrid en el estadio de La Cartuja, en Sevilla, fue lo ocurrido en los 煤ltimos cinco minutos del alargue, cuando ya los jugadores de los dos equipos no daban m谩s luego de casi dos horas en las que pas贸 de todo.
Jules Kound茅, lateral derecho franc茅s, se anticip贸 a un intento de salida por parte de Luka Modric, adelant贸 un poco la pelota, e inmediatamente sac贸 un remate seco, al 谩ngulo derecho de Thibaut Courtois, cuya estirada no alcanz贸. No s贸lo era el 3-2 para los azulgranas sobre los blancos a muy poco del final, sino que. al rato, Kylian Mbapp茅 recibi贸 una clara falta dentro del 谩rea del Barcelona pero todo fue anulado por un fuera de juego anterior de Brahim D铆az, y eso provoc贸 un ataque de furia del alem谩n R眉diger en el banco de suplentes, atajado por compa帽eros y miembros del cuerpo t茅cnico, aunque recibi贸 la tarjeta roja.
Esta vez, a diferencia de los otros partidos de la temporada, el Barcelona se impuso con lo justo en un partido cambiante en el que primero lo fue ganando, luego parec铆a que lo pod铆a perder, lo empat贸 cerca del final, otra vez lo pudo ganar en la 煤ltima jugada, pero el 谩rbitro De Burgos Bengoetxea anul贸 un penal que hab铆a cobrado por supuesta falta de Asencio a Raphinha. Sin embargo, el VAR determin贸 que no existi贸 y hubo que ir al alargue. En verdad, s铆 hab铆a habido penal en la jugada anterior, cuando R眉diger arrastr贸 la pierna de Ferr谩n Torres, pero all铆 no intervino el VAR, y hubo que ir al alargue.
Ni los mejores guionistas pod铆an haber imaginado algo como lo que ocurri贸 en el 煤ltimo minuto del tiempo reglamentario con ese penal anulado al Barcelona. El viernes, a horas de la final y con gran parte del p煤blico ya llegado a Sevilla, el partido estuvo a punto de no jugarse (aunque luego, en un comunicado, el Real Madrid aclar贸 que nunca pens贸 en no presentarse) debido a que el enfrentamiento que lleva toda la temporada entre los blancos y los 谩rbitros lleg贸 a su punto c煤lmine.
No se sabe qui茅n fue el autor de la idea de que justo a un d铆a de un cl谩sico que puede marcar el rumbo de toda la temporada, el 谩rbitro del partido y el responsable del VAR (Pablo Gonz谩lez Fuertes) comparecieran ante la prensa, con las muy altas probabilidades, luego cumplidas, de que se les consultase por nuevas cr铆ticas del canal "Real Madrid TV", mostrando antecedentes de los jueces en partidos anteriores de los blancos y los errores que cometieron, una molesta costumbre que, sin embargo, no hab铆a generado hasta ahora un movimiento tan activo del colectivo arbitral.
Pero justo en esta ocasi贸n, De Burgos Bengoetxea y Gonz谩les Fuertes, cansados de la presi贸n a la que son sometidos, sumado a las quejas y acciones del Real Madrid hacia este colectivo y hacia el Barcelona por el caso Negreira (un exvicepresidente del Comit茅 Arbitral que, se supo, cobr贸 con facturas a cuatro presidentes consecutivos del F煤tbol Club Barcelona para tareas de supuesto "asesoramiento" por un monto total de 7 millones de euros durante a帽os, actividad que dej贸 justo cuando tambi茅n termin贸 su cargo de funcionario), decidieron manifestar que los jueces est谩n unidos y amenazaron con medidas de fuerza y que har谩n "historia" en poco tiempo m谩s.
El Real Madrid, que parece no haber escarmentado con los a帽os del portugu茅s Jos茅 Mourinho al frente del equipo hace poco m谩s de una d茅cada, pareciera querer regresar a esos tiempos de quejas y de llantos y entonces se tom贸 de estas declaraciones arbitrales para sentirse atacado, con la explicaci贸n de que ning煤n juez demuestra animadversi贸n ante una de las partes a un d铆a de un juicio.
Si el Real Madrid nunca antes del Siglo XXI se sinti贸 tan v铆ctima de las circunstancias, ahora parece haberse olvidado de su himno, de perder "dando la mano" y casi todo lo que le ocurre desde lo exterior es motivo de enojo y de berrinche. Le ocurri贸 cuando, inesperadamente, hace meses, su gran jugador brasile帽o Vinicius Junior no pudo ganar el Bal贸n de Oro, que qued贸 en manos del espa帽ol Rodri, del Manchester City, y entonces no acudi贸 a la ceremonia en Par铆s, aunque el propio club iba a ser galardonado al ser considerado el mejor equipo de la temporada. Ni eso sirvi贸.
Ahora, desde la declaraci贸n (inoportuna) de los 谩rbitros, hab铆a decidido no concurrir a la comida de los dirigentes, ni al acto de presentaci贸n de la final con los presidentes, con los entrenadores y con los jugadores y tampoco abri贸 su entrenamiento. La sensaci贸n era que no jugar铆a, que no se presentar铆a, aunque termin贸 siendo convencido por los funcionarios del 谩rea deportiva del gobierno socialista de Pedro S谩nchez y afloj贸 a 煤ltimo momento.
As铆 se lleg贸 a una final de Copa del Rey con los roles hist贸ricos invertidos. El Barcelona, en silencio y s贸lo dispuesto a jugar. El Real Madrid, mirando de costado como creyendo que est谩n conspirando contra el club desde todos los estamentos. Y, por si fuera poco, no s贸lo su gran estrella, Mbapp茅, no se sent铆a de la mejor forma f铆sica para llegar, sino que apenas a los 8 minutos tambi茅n qued贸 afuera su compatriota Mendy, quien tampoco llegaba bien y se lesion贸 tras una ca铆da junto con Kound茅, otro de los franceses. Fue reemplazado de inmediato por Fran Garc铆a, un lateral izquierdo que no cuenta mucho para el entrenador Carlo Ancelotti.
A esta final no llegaban igual. El Real Madrid no parece estar en su mejor temporada y ven铆a de quedar eliminado por el Arsenal con mucha claridad en los cuartos de final de la Champions League, su torneo fetiche. En la liga espa帽ola, a falta de cinco fechas, a duras penas puede mantenerse a cuatro puntos de distancia con el Barcelona, el l铆der, y se jugar谩 casi todas sus chances el 11 de mayo en Montjuic, en el que deber铆a tener que ganar, si fuera posible (hoy parece una utop铆a) por cuatro goles o m谩s porque en la ida los azulgranas ganaron 4-0 en el Santiago Bernabeu y en igualdad de puntos cuentan los dos resultados entre s铆.
Es en este contexto en el que, para el Real Madrid, posiblemente la Copa del Rey era todo lo que pod铆a ganar y de all铆 tanto nerviosismo, porque, adem谩s, esta definici贸n iba a ocurrir ante un equipo que, en las dos veces que se enfrentaron, les marc贸 cinco goles en una oportunidad (la Supercopa de Espa帽a en Arabia Saudita) y cuatro en la otra (la ya mencionada de la liga).
Y sin embargo, el partido fue parejo, cambiante, con dominio alternado y aunque el Barcelona fue m谩s en el primer tiempo, cuando oblig贸 a los blancos a correr detr谩s de la pelota, ya en el segundo, y en desventaja de 1-0 por un golazo de Pedri, Ancelotti (ins贸litamente cuestionado por una parte del madridismo) se la jug贸 con Mbapp茅, estuviera como estuviera, y el franc茅s complic贸 a su rival, le empat贸 con un tiro libre, y pocos minutos m谩s tarde, tras un c贸rner del turco Arda G眉ller, lleg贸 el 2-1 de Tchouameni de cabeza, aunque dur贸 poco y Ferr谩n Torres, de impecable torneo, aprovech贸 una desinteligencia entre R眉diger y Courtois para empatar.
Luego vino aquello del 煤ltimo minuto, y un penal que primero se cobr贸 y luego se descart贸 por el VAR justo al d铆a siguiente de la pol茅mica y la locura en torno a este partido, que tuvo la virtud de ser tan intenso, tan cambiante desde lo t谩ctico y tan bien jugado, que pudo superar, incluso, todo lo hablado y lo sospechado, refrendado al final con ese bonito pasillo que los jugadores del Barcelona, campeones, le hicieron a sus rivales en el momento de la premiaci贸n.
A veces ocurre que cuando la pelota echa a rodar, no s贸lo los hinchas sino tambi茅n los jugadores, se olvidan de las pol茅micas y las sospechas. El f煤tbol, una vez m谩s, dio una lecci贸n de que su juego es tan fascinante que es capaz de hacernos olvidar, aunque sea por dos horas, de todas las miserias humanas.
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