Análisis

Economía a dos velocidades: el semáforo de julio muestra ganadores y perdedores

Una mirada sobre la actividad económica que muestra sectores avanzan y otros a los que les cuesta arrancar.

Cont. Federico Basile

El último "Semáforo de Actividad Económica" elaborado por Econviews ofrece un panorama dispar para la economía argentina en julio de 2025: mientras el agro y la energía pisan el acelerador, la industria automotriz, la construcción y parte del consumo interno siguen en zona de freno.

Lo que muestran los datos

En el sector industrial, los números son preocupantes: la producción de autos cayó 12,9% en julio frente a junio y acumula una baja del 15,5% en el trimestre, mientras la producción de acero retrocedió 6% mensual. La producción industrial total también cedió 1,2% en el mes.

En cambio, el frente agroindustrial mantiene dinamismo: la molienda de soja creció 9,1%, la faena vacuna 3,8% y la producción de harina también 3,8%, con alzas trimestrales de entre el 3% y el 6%.

En energía, tanto el petróleo como el gas mostraron subas sólidas, de 4% y 4,5% respectivamente, impulsando exportaciones y mejorando la balanza comercial.

La construcción continúa debilitada: el consumo de cemento cayó 0,6% y el índice Construya retrocedió 2,6% mensual, ambos con bajas trimestrales cercanas al -2,8%.

En el consumo, la confianza del consumidor creció 2%, pero las ventas de nafta bajaron 1,8% y la recaudación de IVA-DGI se contrajo 6,8% en el mes, señal de que el gasto masivo aún no despega.

En el plano financiero, los préstamos reales al sector privado avanzaron con fuerza: 5% trimestral en comerciales y 3,1% en consumo. Las exportaciones FOB crecieron 4,4% mensual, mientras las importaciones CIF cayeron 1,2%.

Análisis: una economía a dos velocidades

Los datos muestran una recuperación sectorialmente desigual.

Motores encendidos: agro, energía y crédito, beneficiados por buenas cosechas, precios internacionales firmes y cierta estabilidad cambiaria.

Motores apagados: industria automotriz, construcción y parte del consumo interno, frenados por menor inversión, inflación persistente y caída del poder adquisitivo.

El consumo ofrece señales mixtas: mejora la confianza y crece el crédito, pero el gasto masivo sigue contenido. Esto podría implicar que la recuperación está concentrada en segmentos de mayor ingreso o en bienes durables, más que en consumo diario.

En el comercio exterior, las exportaciones crecen y las importaciones bajan, mejorando el saldo, pero también reflejando un freno en la actividad industrial que depende de insumos del exterior.

Perspectivas

Si la política económica logra sostener el impulso exportador y canalizar parte de esos ingresos hacia inversión y empleo, la recuperación podría expandirse hacia el mercado interno.

De lo contrario, la Argentina seguirá transitando una economía dual, con sectores orientados al comercio exterior en auge y sectores domésticos estancados.

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