Cómo atender a un adulto mayor ante el golpe de calor en Mendoza
Representan una de las franjas etáreas más vulnerables ante la ola de calor imperante en la provincia cuyana debido a que algunas veces poseen una sensación reducida de la temperatura lo cual es peligroso para su salud
Los adultos mayores, al igual que los niños y los enfermos crónicos, son uno de los grupos sociales que más cuidado deben tener ante una ola de calor como la que atraviesa la provincia de Mendoza ya que muchas veces no perciben las altas temperaturas y por ello no se cuidan como deberían.
Las recomendaciones se basan en el hecho de que «cuando el individuo soporta temperaturas por sobre los 38,6 grados en una jornada o por varios días por encima de los 36,6 comienzan a haber alteraciones a nivel orgánico que nos pueden estar indicando que esa persona se ha insolado y que después va a padecer un golpe de calor», resumió Félix Eduardo Nallim, presidente de la Caja de Previsión para Profesionales de la Salud Mendoza.
Ante el riesgo de que los adultos mayores en Mendoza sufran una experiencia de calor extremo, con un riesgo de deshidratación, con síntomas como sequedad de boca, hipertensión y calambres musculares, «sintiéndose fatigado, posiblemente con dolor de cabeza, con náuseas o la ocurrencia de vómitos y hasta con una situación de confusión mental, de delirio, también con taquicardia, dificultad respiratoria, pudiendo llegar al coma, es necesario implementar acciones preventivas«, aconsejó el médico mendocino.
«Cuando tenemos en esos casos estos cuadros lo que debemos hacer es primero ver si el paciente está en condiciones de poder tomar agua. En sorbos, agua fresca, no helada, colocarle paños fríos en la zona de las ingles, en las axilas, en la frente y en la nuca. Y si no introducirlo en una bañadera, con agua fría no helada. Y en el caso de un joven hasta se pude agregar hielo. Luego se deberá llamar al sistema de emergencia», detalló Nallim, también presidente de la Asociación Gerontológica Argentina, AGA.
El profesional de la salud añadió que «lo aconsejable es tomar entre un litro y medio y dos de agua, o lo que es lo mismo, unos o vasos con agua por día en forma fraccionada como si estuviera recibiendo una medicación. Y no necesita tomar otra cosa. Simplemente se debe tomar agua», remarcó.
Las olas de calor se dan en períodos de al menos tres días consecutivos, en el que las temperaturas aumenten de forma excesiva. Por ello, se da con mayor facilidad y frecuencias que las personas sufran agotamientos de calor o golpes de calor, ya sea en interiores o al aire libre. Para poder actuar, se vuelve crucial saber identificar los síntomas:
Sudoración excesiva. En los bebés, puede verse la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal (sudamina). Piel pálida y fresca. Sensación de calor sofocante. Sed intensa y sequedad en la boca. Calambres musculares. Agotamiento, cansancio o debilidad. Dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos. Dolores de cabeza. Irritabilidad, llanto inconsolable en los más pequeños. Mareos o desmayo.