Entrevista en Radio Jornada

Claudia Ostropolsky sobre la eutanasia: "vivir es un derecho pero no una obligación"

La hija de Daniel Ostropolsky, quien elaboró el proyecto de ley que presentaron Cornejo y Latorre y falleció en 2022, reflexionó en Radio Jornada sobre el legado de su padre

Redacción

La aprobación de la Ley de Eutanasia en Uruguay volvió a poner en el centro de la escena una discusión que Argentina aún evita. Entrevistada en el programa "Lado A" que se emite en Radio Jornada 91.9, Claudia Ostropolsky -abogada e hija de Daniel Ostropolsky, fallecido en 2022 a causa de ELA- pidió que se dé tratamiento legislativo al proyecto de ley que su padre elaboró junto a Alfredo Cornejo y Jimena Latorre.

"Es un debate que la sociedad debe, que la sociedad misma reclama", dijo. Recordó que actualmente existen siete proyectos de ley sobre eutanasia en el Congreso Nacional, cinco en Diputados y dos en el Senado, algunos ya sin estado parlamentario. "Esto atraviesa a todos los espacios políticos; es una necesidad transversal que no responde a una ideología o a un solo partido", sostuvo.

Para Ostropolsky, la falta de avances no responde a una cuestión técnica sino a la "falta de voluntad democrática" del Poder Legislativo para asumir un compromiso con los derechos humanos más elementales. "Vivir es un derecho, pero no es una obligación", repitió la frase que su padre solía decir.

"Mi papá no quería morirse, pero quería decidir cómo"

Así era Daniel Ostropolsky, el radical mendocino que elaboró el proyecto de eutanasia 

Daniel Ostropolsky fue diagnosticado con ELA -una enfermedad degenerativa, irreversible y sin cura- y redactó su proyecto cuando aún conservaba plena lucidez. Su planteo partía de una convicción: el derecho a elegir cuándo y cómo terminar con la propia vida, sin pasar por un sufrimiento que consideraba "atroz e innecesario".

"Mi papá amaba la vida, siempre decía que la vida es maravillosa. Pero con la misma dignidad con la que vivió, quería morir", recordó su hija. Explicó además la diferencia entre la llamada "muerte digna" -prevista por una ley argentina que permite rechazar tratamientos o alimentación- y la eutanasia activa, que habilitaría a un profesional de la salud a suministrar una medicación para poner fin a la vida cuando ya no existe posibilidad de mejora.

"El proyecto no obliga a nadie; solo reconoce el derecho a quien elija terminar con su vida en uso de sus facultades mentales, certificado por médicos y con los procedimientos adecuados", precisó.

Una libertad sin imposiciones

Claudia subrayó que la eutanasia no es un tema religioso ni político, sino un asunto de libertad. "Esto no implica que quien esté en la misma situación y elija seguir viviendo no pueda hacerlo. Solo se trata de reconocer el derecho a elegir", señaló.

También destacó que los proyectos de ley contemplan la objeción de conciencia para los profesionales que no deseen intervenir. "Es un planteo de libertad, no de salud. Quien no esté de acuerdo, puede abstenerse, pero eso no puede impedir la libertad de quienes sí lo están", agregó.

Para ella, el principal obstáculo sigue siendo cultural. "Hay un tabú con la muerte. Parece que de ese tema no se puede hablar. Se confunde el respeto por la vida con la obligación de padecer", expresó.

Pese a las resistencias, mantiene la esperanza de que el ejemplo uruguayo impulse a la dirigencia argentina a retomar la discusión: "Se necesita coraje y compromiso. Este debate está en la sociedad y mi papá lo sabía. Yo voy a seguir peleando por él, porque lo quería y porque se lo merecía."

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