Calidad y conciencia ambiental: así reduce Fabre Montmayou su huella ambiental en la vitivinicultura

Desde sus inicios, la Bodegas Fabre Montmayou se ha destacado por la elaboración de vinos de alta calidad, reconocidos tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, en los últimos años, la bodega ha dado un paso más allá: ha consolidado un firme compromiso con la sustentabilidad, transformando sus procesos y su cultura organizacional con una mirada integral que combina excelencia, conciencia ambiental y responsabilidad social.

Un compromiso sustentable en evolución constante

El proceso de transformación comenzó en 2016 con la implementación del Protocolo de Sustentabilidad Vitivinícola de Bodegas de Argentina, acompañado por la incorporación de transporte corporativo para sus colaboradores, una medida orientada tanto al bienestar del equipo como a la reducción de la huella de carbono. Este enfoque fue fortalecido en 2023 con la integración del Departamento de Calidad al área de Sustentabilidad, marcando una nueva etapa donde los pilares ambiental, social y económico se articulan en cada decisión estratégica.

"Las métricas son fundamentales para identificar oportunidades de mejora y minimizar nuestro impacto", afirma Natalia Marital, responsable de Sustentabilidad. Gracias a este enfoque, Fabre Montmayou certificó su protocolo de sustentabilidad tanto en su bodega como en la finca de Gualtallary, donde preserva 3.650 hectáreas de campo natural, vital para la biodiversidad local.

Innovaciones con impacto real

Bodega Fabre Montmayou monitorea en tiempo real su consumo energético y está evaluando la incorporación de energías renovables. También reutiliza agua tratada para riego agrícola y aplica técnicas eficientes del manejo del agua en sus fincas. En lo que respecta al packaging, ha reducido el peso de sus botellas a menos de 400 gramos, en colaboración con Verallia, y ha cambiado sus etiquetas a liners PET reciclables. Además, todos sus vinos son 100 % veganos y cuentan con la prestigiosa certificación BRC Food, clave para mercados como el británico.

Otro eje clave de su estrategia ambiental es la medición y gestión de los residuos generados. La bodega registra y analiza sistemáticamente la cantidad de residuos producidos, con un enfoque específico en reducir los gramos de residuos por botella elaborada. Todos los residuos reciclables son enviados a centros de reciclaje, en alianza con entidades locales, como parte de su compromiso con la economía circular y la mejora continua de sus procesos.

Bienestar laboral y comunidad

En enero de 2024, Fabre implementó un programa de beneficios laborales que incluye reducción horaria los viernes con el doble objetivo de mejorar la calidad de vida del equipo. Su vínculo con la comunidad es profundo: colabora con la entrega de material reciclable a la comunidad local que luego se vende a empresas como materia prima y con organizaciones locales aportando flejes reciclables que luego son transformados en canastos por gente de la penitenciaría.

El futuro: vinos con impacto positivo

La bodega está realizando el análisis de ciclo de vida alguno de sus vinos con el objetivo de neutralizar su huella de carbono. También calcula su huella corporativa desde 2022 para diseñar planes de mitigación más eficaces.

Con estos avances, Bodegas Fabre reafirma su rol como referente de una vitivinicultura responsable, donde la calidad del vino va de la mano con el respeto por el entorno y las personas.

Sobre Fabre MontmayouLa Bodega Fabre Montmayou es la primera bodega boutique y pionera en la elaboración de vinos merlot de alta gama en la Argentina. Nace en el año 1993 bajo el impulso de Hervè Joyaux Fabre, propietario y enólogo de la bodega integrante de una familia de comerciantes de vino de Burdeos. Atraído por el impulso de los vinos del nuevo mundo, Hervè Joyaux Fabre, decidió invertir en la Argentina para elaborar vinos de alta gama combinando la excelencia de terruños argentinos con el "savoir faire" Sauvignonés, para lo cual adquirió viejas fincas de merlot plantadas en 1908 en Luján de Cuyo a 1.150 metros sobre el nivel del mar donde construyó su "chateaux". Años después Hervè Fabre llegó al alto valle de Río Negro, a 3 km de la localidad de Roca, a 40º de latitud sur, en donde creó la Bodega Infinitus reciclando unas antiguas instalaciones para transformarla en la primera bodega boutique de la Patagonia. Allí encontró viñedos antiguos, de baja producción, de cepas nobles y el terroir ideal para aplicar todo su conocimiento y experiencia para desarrollar productos claramente distintivos.