Tras la crisis interna que se generó en Boca Juniors luego de la caída ante Huracán, lo cierto es que la tónica del plantel en relación al cuerpo técnico del cuestionado Miguel Russo está lejos de ser la mejor.

De hecho, en el predio "xeneize" de Ezeiza se está pendiente de que el presidente Juan Román Riquelme pueda definir si contrata a un manager general ajeno al Consejo de Fútbol para que el recién llegado actúe como nexo entre los futbolistas y la dirigencia.

EL RECAMBIO INTERNO

Riquelme analiza la salida de Mauricio Serna y Raúl Cascini, dos de sus laderos históricos. El único que tendría garantizada su continuidad es Marcelo Delgado, con quien el presidente mantiene una relación cercana que va más allá de lo profesional.

Por ahora siguen en funciones e inclusive fueron quienes se encargaron de comunicarles a Marcos Rojo, Germán Lema y Marcelo Saracchi la determinación de separarlos del plantel. 

De hecho, para echar más leña al fuego, el acto de separarlos generó un profundo enojo en los protagonistas y lo hicieron saber en una conversación con Raúl Cascini y Marcelo Delgado.

LA REACCIÓN DEL PLANTEL

Enterados de la situación de sus compañeros desplazados, en la interna auriazul se cuenta que fue rechazada internamente esa postura de "correrlos".

EL CHOQUE RUSSO-ROJO

La causa de esta drástica decisión de Russo con Rojo fue que el futbolista lo dejara afuera de charla autocrítica entre el DT y la mayoría del plantel tras el revés ante el "Globito".

LA ACLARACIÓN CON MERENTIEL

El insólito reemplazo de Miguel Merentiel en el estadio "Tomás Ducó" fue otro problema más que Russo aclaró y resolvió con el jugador, aunque aún las brasas sigan encendidas.