Autos cada vez más viejos: el plan que busca rejuvenecer al parque automotor argentino
Con una antigüedad promedio de 14,3 años, el parque automotor nacional sigue envejeciendo. Fabricantes y Gobierno analizan medidas para incentivar el recambio, desde planes canje modernizados hasta beneficios fiscales para quienes entreguen su vehículo usado
El parque automotor argentino tiene una antigüedad promedio de 14,3 años, según la Asociación de Fábricas de Componentes (AFAC). La cifra marca un retroceso respecto de 2023 (14,1 años) y preocupa a fabricantes y autoridades. Para estabilizar la edad de los vehículos, se necesitarían vender 1,1 millones de unidades nuevas cada año, un 40% más que las proyecciones actuales.
En el Gobierno estudian alternativas para incentivar el recambio sin comprometer el equilibrio fiscal
Los precios elevados, la alta carga impositiva y las tasas de interés dificultan el acceso al crédito. "Hoy, todos los préstamos con tasas menores al 40% anual son subsidios de las marcas y en cupos limitados", señaló un ejecutivo del sector. Según Martin Galdeano, presidente de Ford Argentina, "para llegar a 1,2 millones de ventas hay que financiar el 90% de las operaciones; hoy estamos en 50% crédito y 50% contado".
En el Gobierno estudian alternativas para incentivar el recambio sin comprometer el equilibrio fiscal. Una opción es un plan canje modernizado, que permita entregar un vehículo viejo a cambio de beneficios para la compra de un 0 km. Entre las medidas ya aplicadas, se amplió de 30 a 142 el número de autopartes que los desarmaderos habilitados pueden recuperar, lo que aumentaría el valor de los autos fuera de circulación.
Según fuentes oficiales, cualquier implementación se daría recién en 2026, con el objetivo de "poner la rueda en movimiento"
También se evalúa ampliar el cupo de importaciones sin arancel para híbridos y eléctricos, o reducir derechos de exportación a las terminales a cambio de que utilicen esos fondos para ofrecer descuentos con certificados de desguace. La experiencia tiene antecedentes en 1995 y 1999, con descuentos combinados entre Estado, fabricantes y concesionarios.
Según fuentes oficiales, cualquier implementación se daría recién en 2026, con el objetivo de "poner la rueda en movimiento" y motivar a los usuarios a cambiar sus vehículos.