River Plate está atento a una posible modificación luego de su debut del próximo martes en el Mundial de Clubes ante Urawa Red Diamonds.

Sucede que, como consecuencia de la escalada en las protestas en las calles, las autoridades de la FIFA podrían correr el inicio del partido de la segunda fecha contra Monterrey para las 19:00, hora de Argentina, y así respetar el toque de queda e identificar a la mayor cantidad de no residentes posibles.

Desde el cuerpo técnico siguen con atención lo que pueda suceder con el segundo partido, que se disputará, en Los Ángeles. 

Es que el fuerte conflicto social, con tensión y presencia militar en las calles, amenaza con la posibilidad de adelantar el partido entre los mexicanos y el "Millo", para respetar las reglas impuestas y evitar mayores problemas.

Originalmente, el encuentro estaba pactado para las 18:00 de Los Ángeles (22 de Argentina), pero en los últimos días se implementó un toque de queda en la zona del centro de la ciudad que rige entre las 20:00 y las 6:00 de la mañana, por lo que ese horario podría verse modificado. A priori, la idea es adelantar el partido a las 19:00 de Argentina, es decir, las 15:00 de Los Ángeles.

Si bien el partido se jugará lejos de la zona en donde los conflictos se están presentando, la idea que se baraja en FIFA es que el partido comience y termine con luz natural y no interceder en el pedido de documentación de aquellos que asistirán al encuentro. Al mismo tiempo, las autoridades creen necesario poder identificar a la mayor cantidad de no residentes posibles.

La situación no solo afecta al Mundial de Clubes sino también a la Copa de Oro de la Concacaf, que se llevará adelante en simultáneo y que el sábado comenzará con el partido entre México y República Dominicana, también en Los Ángeles. 

Así, desde Concacaf aseguraron que "mantienen un diálogo cercano y continuo con las autoridades locales, sedes y los equipos participantes" respecto de la "situación en el Gran Los Ángeles".

Los Ángeles: protestas contra la política migratoria de Donald Trump

El fuerte conflicto social que se desató en Los Ángeles se dio en el marco de la restrictiva política migratoria impuesta por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Las deportaciones masivas comenzaron en la ciudad y, rápidamente, los ciudadanos protestaron contra la presencia de ICE, la agencia de Control de Inmigración y Aduanas del país.

Alrededor de 400 personas fueron arrestadas en Los Ángeles desde el inicio de las protestas el pasado viernes, incluyendo a 330 inmigrantes ilegales y 157 personas detenidas por agresiones hacia las fuerzas de seguridad.

La situación escaló tanto que Trump movilizó a 4000 oficiales de la Guardia Nacional y 700 Marines en la zona, para contener las protestas. De todas maneras, el conflicto sigue y amenaza con, cuanto menos, afectar la organización del Mundial de Clubes en esa sede.