Argentina no logró escalar posiciones en el ranking del índice MSCI (Morgan Stanley Capital International), por lo que seguirá siendo considerada un mercado "standalone", tal como lo fue desde que en 2021, durante el mandato de Alberto Fernández, descendió a esa categoría. En contraste, bajo la presidencia de Mauricio Macri, en 2018, había alcanzado el estatus de mercado emergente, al nivel de países como Chile, México, India y China.

Este índice evalúa el rendimiento de las empresas argentinas con mediana y gran capitalización bursátil. Lo integran 18 compañías, que abarcan cerca del 85% del valor accionario local. Su importancia radica en que es usado como parámetro de referencia para medir inversiones en el país y también para replicar carteras de inversión.

Las diez firmas que concentran la mayor ponderación dentro del índice son: YPF (20,3%), Grupo Galicia (18,8%), Vista Energy (11%), Banco Macro (10,1%), Pampa Energía (9,3%), Transportadora de Gas del Sur (5,7%), BBVA Argentina (4,1%), Central Puerto (3,7%), Arcos Dorados (2,7%) y Telecom (2,5%). Juntas, estas acciones acumulan el 88% del total del MSCI Argentina.

Con los cambios económicos impulsados por el gobierno de Milei desde 2023, existía la expectativa de que MSCI al menos colocara a Argentina en una lista de observación, abriendo la posibilidad de una reclasificación futura. La intención era aspirar nuevamente al rango de "emergente" o, en su defecto, volver a ser "mercado de frontera", lo que permitiría una mayor entrada de fondos internacionales.

No obstante, la falta de acceso libre y total al mercado de capitales sigue siendo el principal obstáculo. Por eso, MSCI reiteró la calificación de mercado independiente, categoría que arrastra el país desde 2021. Actualmente, Argentina no cumple con los criterios básicos de apertura y liquidez que exige el índice para ascender.

Esto deja al país dentro del mismo grupo que Jamaica, Ucrania, Líbano, Nigeria y Palestina. Por su parte, el bloque de mercados de frontera lo integran economías como Vietnam, Marruecos, Croacia, Eslovenia y Pakistán, mientras que el de mercados emergentes está conformado por Brasil, Chile, Colombia, México, India y China.

El comunicado oficial de MSCI, difundido recientemente, omitió cualquier mención directa a Argentina, aunque sí mencionó procesos de revisión en países como Bulgaria, Grecia, Corea del Sur y Bangladesh.

"MSCI busca que sus clasificaciones reflejen con precisión los niveles de accesibilidad y viabilidad para los inversores globales", explicó Raman Aylur Subramanian, encargado de la investigación regional del índice.

La lectura que hace Morgan Stanley sobre Argentina se alinea con el actual nivel del riesgo país, que se mantiene alrededor de los 700 puntos básicos. Según analistas financieros, un cambio en la calificación habría generado un flujo significativo de capitales, ya que muchos fondos globales tienen prohibido invertir en países con categoría "standalone".

Incluso, JP Morgan proyectaba una entrada potencial de hasta USD 1.000 millones hacia activos locales si la clasificación mejoraba. Pero ese escenario deberá esperar: primero, en 2026, intentar ingresar a la lista de revisión, y recién en 2027 aspirar a un cambio de categoría.