Cherquis Bialo: “Cacho fue un precursor del periodismo radialâ€

El destacado locutor murió ayer a los 90 años de edad. Dejó una estela imborrable en la televisión y la radiofonía argentina

Se fue Jorge Cacho Fontana (90), histórico locutor de la radiofonía argentina. Su estrella se apagó en el firmamento y desde ese mismo instante comienza a tejerse la leyenda del gran locutor argentino. Y las primeras frases vertidas que ayudan a ello, tras el conocimiento de la triste noticia, fueron la de Ernesto Cherquis Bialo, periodista deportivo de gran trayectoria en los medios nacionales y que habló en el programa “Juntos de Mañana” que se emite por Radio Jornada (91.9), para recordar algunos aspectos de la vida del gran referente de la locución nacional.

 

 

“Es un momento difícil de evocarlo de otra manera. Cacho Fontana es el paradigma de la locución comercial, pero, además, fue el precursor de la televisión dinámica. Todo un día acabó y hoy se despidió del público” dijo Bialo.

“Está la anécdota del doble aviso en la pelea de Locche en Japón. Estaba el aviso oficial de la Bodega Peñaflor que había pagado los derechos de la transmisión y había otro de una sastrería que nos había dado la vestimenta para viajar, para transmitir, para la calle y para el estudio, y la única participación de este anunciante era en el comienzo y en el final de la transmisión y un aviso de salutación en caso de ganar y otro aviso en caso de perder. En caso de ganar el aviso decía; “la sastrería se enorgullece del nuevo campeón del mundo, orgullo para el deporte argentino” y en caso de perder rezaba; “La sastrería reconoce el esfuerzo de este gran deportista argentino que en tierras lejanas dejó todo sobre el ring”. Estábamos en tierras lejanas y en Tokio llovía con mucha intensidad, entonces Cacho llevaba todos sus apuntes anotados en una carpeta y nos topamos con Nicolino que vio el segundo aviso y lo hizo añicos. “Perdóneme Cacho, usted va a leer esta” dijo con tono jocoso el ex Jefe del Área de Prensa de AFA.

“El legado de Cacho, como el de (Héctor) Larrea o (Antonio) Carrizo es altísimo. Estas personas no se permitían tomar un café en el estudio. Eran y fueron una verdadera escuela. Los jóvenes tomaban esos ejemplos. El tuteo al aire era muy difícil. Se respetaba la envestidura a un ministro, ni hablar la de un presidente. Volver a las buenas costumbres sería algo ideal. Una pena lo de Cacho. Se le va a extrañar” dijo sobre el final de la nota concebida a la señal del Grupo Jornada.

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