6 de septiembre de 1930, el fin de una 茅poca
Por Diego Barovero
Luego de la presidencia de Marcelo de Alvear, el anciano caudillo llegaba convencido de que deb铆a dar forma definitiva a la reparaci贸n nacional iniciada en 1916, pero desde el d铆a siguiente al inicio de su segundo mandato comenz贸 a tejerse una sorda conspiraci贸n que involucraba a los sectores del privilegio econ贸mico nacional e internacional, a la prensa y a los sectores militares m谩s reaccionarios.
La nota caracter铆stica de la segunda presidencia yrigoyenista fue la lucha por la nacionalizaci贸n del petr贸leo y la acci贸n de YPF, bajo la direcci贸n del general Enrique Mosconi.
En agosto de 1929 YPF tom贸 el mercado petrolero interno al definir el precio de suministro en detrimento de las grandes compa帽铆as, a la vez que celebr贸 un contrato con la empresa Iuyamtorg Corp. dedicada a realizar el intercambio comercial entre la Uni贸n Sovi茅tica y Am茅rica del Sur.
El contenido de dicho contrato consist铆a en que la Argentina comprara a la Iuyamtorg nafta y la empresa se compromet铆a a invertir lo percibido en productos argentinos derivados de la ganader铆a, la agricultura y la industria nacional, lo cual no producir铆a la fuga de oro del pa铆s.
La nafta sovi茅tica vendr铆a a suplantar la importada sin molestar la producci贸n de YPF y adem谩s el Estado argentino se reservaba la facultad de reducir la cantidad de nafta a importar si la producci贸n de YPF aumentase y hasta la opci贸n de rescindir el contrato si as铆 le conviniera. Las ventajas eran m谩s que evidentes, el contrato con Iuyamtorg significar铆a un desalojo total de las compa帽铆as extranjeras, principalmente la norteamericana Standard Oil.
Pero para evitar el avance y penetraci贸n de esta empresa se necesitaba la ley de nacionalizaci贸n del petr贸leo, y de esta manera se aseguraba, el pa铆s, la propiedad de su riqueza, el monopolio de su explotaci贸n, el transporte y la comercializaci贸n.
La ley de Nacionalizaci贸n del Petr贸leo -como otras iniciativas progresistas de Yrigoyen鈥 hab铆a sido aprobada en Diputados, pero sufri贸 la obstrucci贸n de los conservadores en el Senado. Un testigo calificado cuenta que por el a帽o 1928, antes de las elecciones, le preguntaron a don Hip贸lito por qu茅 quer铆a ser nuevamente presidente, a lo que 茅ste habr铆a respondido: 鈥渧uelvo por mi ley de petr贸leo鈥.
Tama帽a importancia le asignaba el viejo l铆der a la magn铆fica fuente de energ铆a y riqueza que actualmente los argentinos dilapidamos en manos extranjeras sin control alguno.
La campa帽a de desestabilizaci贸n y desprestigio de Yrigoyen y su administraci贸n hizo uso abusivo de la absoluta libertad de expresi贸n y de prensa imperantes y adjudic贸 al presidente radical debilidad y falta de actividad. Sin embargo, en el bienio 1928/1930 el Bolet铆n Oficial acusa la producci贸n de 2918 actos -Decretos- del Poder Ejecutivo y 8529 resoluciones ministeriales, sobre diversos temas de administraci贸n.
Los Decretos presidenciales se subdividen seg煤n el 谩rea de gobierno en: Interior 316; Relaciones Exteriores y Culto 28, Hacienda 504, Obras P煤blicas 380, Agricultura 80, Justicia e Instrucci贸n P煤blica 882 Guerra 550 y Marina 176. Es dif铆cil creer que un presidente que en dos a帽os produce casi tres mil decretos se encuentre en un estado de letargo o alelamiento.
Entre las medidas de gobierno m谩s importantes se destacan la creaci贸n de m谩s de seiscientas escuelas, la ley de Creaci贸n del Banco Agrario, la ley de Arrendamientos Agr铆colas, el decreto del Ferrocarril a Huaytiquina, el nuevo impulso a la Reforma Universitaria, haber sentado las bases de la marina mercante nacional y la creaci贸n de los institutos de la nutrici贸n, del petr贸leo y del c谩ncer. En el plano de las relaciones internacionales ejerci贸 la defensa de nuestra dignidad nacional por el valor soberano que emana de la autodeterminaci贸n de los pueblos y foment贸 la confraternidad americana y mundial.
En septiembre de 1930 el producto bruto de nuestro pa铆s era el 50 por ciento del de toda Am茅rica latina.
El domingo 7 de septiembre deb铆an realizarse elecciones en Mendoza y San Juan para normalizar la situaci贸n de ambas provincias que estaban bajo la intervenci贸n federal, de las cuales surgir铆an gobernadores radicales y cuatro senadores que colocar铆an a la UCR yrigoyenista a s贸lo 1 voto de obtener mayor铆a en la C谩mara alta.
Pero un sonido met谩lico y siluetas marciales asomaron en Buenos Aires en la madrugada del s谩bado 6 de septiembre, sonido que puso fin a una 茅poca y cambi贸 para siempre la historia argentina para peor. Al atardecer de ese d铆a, mientras en la Casa Rosada y los salones de los clubes selectos las minor铆as brindaban con champ谩n, una turba exaltada asalt贸 el domicilio de Hip贸lito Yrigoyen, un modesto departamento ubicado en los altos de Brasil 1039 en el barrio de Constituci贸n, destruyendo todo lo que encontraron all铆 ante la pasividad policial que observaba la escena.
Algunas horas antes Yrigoyen, enfermo, parti贸 en autom贸vil hacia La Plata en compa帽铆a de su m茅dico Osvaldo Meabe, su secretaria Isabel Men茅ndez y el canciller Horacio Oyhanarte. En pocas horas qued贸 detenido en una unidad militar, y luego fue trasladado a un buque de guerra y finalmente a la Isla Martin Garc铆a, donde sufri贸 un verdadero calvario hasta su muerte.