N’Golo Kanté: la figura indiscutible de la Champions League
“Alrededor del 71% de la superficie de la Tierra está cubierta por agua, el resto está cubierto por Kantéâ€. Ese fue el mensaje viral que impulsó el Chelsea en las redes sociales, después de uno de los mejores partidos del mediocampista francés. Con solo un metro sesenta y ocho centÃmetros, ha sorprendido a todo el mundo del fútbol. El MVP de la Champions League sigue construyendo una historia de superación personal.
El jugador de los blues no es para nada un jugador lÃrico. Qué importa, el está en todos lados, parece no cansarse. Va, choca, quita, conduce y a veces se da el lujo de hacer goles. Es admirable su visión del juego y lo correcto que es para jugar. Kanté es un todoterreno y cualquier rival lo sabe. Con la copa del Mundo en sus brazos y la reciente Champions League ganada con el Chelsea, sólo le falta ganar la Euro con Francia y el Mundial de Clubes.
Hijo de familia de inmigrantes en los barrios más pobres de ParÃs, producto de la Francia multicultural, Kanté ha enfrentado como un guerrero las dificultades que tuvo que encontrar en su vida. Creció como hijo de emigrantes de Mali en un barrio marginal de Rueil Malmaison, pasó parte de su infancia recogiendo chatarra y basura para ayudar a su padre – al que perdió cuando tenÃa 11 años- , con el fin de ayudar en casa para sacar adelante una familia de nueve hermanos. Como tantos niños, hijos de la calle, aprendió el código del fútbol del barrio, y como Maradona, soñó que tal vez jugando pudiera a su familia ayudar. Y asà fue.
Kanté se hizo profesional en Boulougne, debutó en Segunda con el Caen y tras dos años allÃ, siendo el futbolista con más intercepciones del campeonato, fichó por el Leicester City. Con los “foxes†de Claudio Ranieri hizo realidad el cuento de ‘Cenicienta’. Ganó la Premier más increÃble de la historia contra todo pronóstico y después de las doce de aquel dÃa, la carroza del equipo no se volvió calabaza. Ranieri lo tenÃa claro. Kanté era una fuerza de la naturaleza que habÃa que dejar expresarse: “Muchas veces pensaba que debÃa esconder un motorcillo bajo los pantalones, pero no es cierto. Sus pilas son inagotables, no para de correr y lo hace con sentido, durante todo el partidoâ€. Su explosión sirvió para que el Chelsea le fichase pagando 36 millones de de libras. En Stamford Bridge volvió a ganar la Premier y fue MVP, por delante de Eden Hazard. Después la cuadratura del cÃrculo, la cúspide del niño que soñaba ser profesional, llegarÃa en Rusia, coronándose campeón del mundo con Francia.
Con 30 años, es el jugador más querido a nivel mundial. Humilde como ninguno y abocado al trabajo en equipo, no hay manera de no querer verlo ganando. Vivió momentos muy difÃciles, pero eso lo hace ser quien es hoy. Sediento de alcanzar la gloria, se prepara para sus demás objetivos y hace ilusionar a más de uno.