A pesar de que aún no llegan los fondos nacionales, Mendoza inició el proceso para la compra de difusores de feromonas que le permitirá continuar con las campañas iniciadas en 2016-17 para combatir la plaga presente en la provincia desde 2010.

En el marco de la estrategia de control de la plaga Lobesia botrana o polilla de la vid planificada por el Iscamen para la campaña 2020/2021, se está llevando a cabo la primera etapa de adquisición de insumos para la entrega de emisores de feromonas destinados a la implementación de la técnica de confusión sexual (TCS) por parte de los productores vitícolas en una superficie aproximada de 15 mil hectáreas.

De acuerdo con la estrategia desarrollada, esta intervención es necesaria para desarrollar un plan de contención y evitar el crecimiento de la plaga. Mendoza viene desde hace tres temporadas teniendo una estrategia activa de reducción de la plaga, que ingresó a la provincia hace más de 10 años y que hoy muestra descenso en su presencia superior al 95%.

Luego está previsto la adquisición de insecticidas específicos para aplicación terrestre por parte de los productores que se determinen en función de las necesidades técnicas del programa; el servicio de tratamientos aéreos y  finalizando la campaña la aplicación de feromonas asperjadas vía aérea.

La apertura de sobres para la adquisición de difusores se realizará el próximo viernes 7 de setiembre en las oficinas de Mendoza Fiduciaria SA y los pliegos pueden consultarse  en www.mendozafiduciaria.com / [email protected]

Hay que recordar que desde noviembre de 2015 existe una ley nacional 27.227 que pone en la obligación del Gobierno nacional el financiamiento de esta acción, con un progresivo aporte temporada tras temporada de las provincias y de los productores.

Alejandro Molero, titular del Iscamen, explicó que el programa que impulsó el Gobierno “bajó considerablemente, como no hubo precedente, más de un 95% la plaga” y dejó oasis cultivados sin vestigios de lobesia en el oasis Sur y parte del Valle de Uco. Asimismo, Molero agregó que estas acciones encaminan a Mendoza hacia la posibilidad de pedir el “libre de Lobesia botrana para la próxima temporada” en algunas zonas.

Además, expuso que el gran beneficio que esto suscita para los sectores productivos es la posibilidad de introducir los productos en mercados internacionales. “Los mercados del mundo cada vez son más exigentes en estos controles. Los productos agrícolas que lleguen a esos mercados no deben tener pesticidas. Para eso tenemos que avanzar sobre estas técnicas amigables con el medioambiente como la mosca del Mediterráneo, confusión sexual en Lobesia, y el control biológico en los laboratorios”, valoró.