Madres de Portland contra las tropas y las detenciones por protestar contra el racismo y violencia policial
“Federales manténganse alejados… Las madres han llegadoâ€, es el grito de guerra con el que las mujeres de Portland recorren las calles a pesar de la represión de las fuerzas federales.
Sin más armadura que unos cascos de bicicleta y algún que otro paraguas, llevando en la mano girasoles y vistiendo remeras amarillas, miles de madres le están poniendo el cuerpo a los palos, las balas y los gases de los agentes federales desplegados en Portland , Estados Unidos. La sucesión de imágenes de oficiales camuflados reprimiendo y llevándose detenidos a manifestantes en autos sin chapa de identificación fue lo que movilizó a las mujeres de la ciudad más grande del estado de Oregon a formar de manera autogestiva y espontánea el Wall of Moms (Muro de las Madres). “Federales manténganse alejados… Las madres han llegadoâ€, es el grito de guerra con el que las mujeres recorren las calles de Portland. Este modelo horizontal de protesta ya se está expandiendo a otras ciudades del paÃs como Chicago y las madres, a pesar de los palos las detenciones violentas, no están dispuestas a retroceder.
Las masivas manifestaciones contra el racismo se iniciaron tras el asesinato de George Floyd y cumplen ya dos meses en Portland. Se vieron potenciadas cuando el presidente Donald Trump prometió enviar tropas a distintas ciudades del paÃs para reestablecer “la ley y el orden†en el paÃs y vencer a “la izquierda radical y el anarquismoâ€. Una peligrosa jugada con la que el mandatario pretende sacar rédito de cara a las presidenciales de noviembre. Aunque por el momento y a juzgar por las calles y las encuestas nacionales , la estrategia no le estarÃa funcionando.
Agentes federales dispuestos como soldados de un ejército de ocupación golpeando a sus hijos o a jóvenes que tranquilamente podrÃan serlo. La escena fue suficiente para despertar la conciencia de las madres, y en especial la de Bev Barnum. “Fue un llamado a la acción. Fui honesta y dije que no sabÃa cómo protestar, pero sabÃa que habÃa que hacer algoâ€, explicó Barnum, de 35 años y madre de dos hijos.
“A menudo, las madres son subestimadas. Pero somos más fuertes de lo que creen. ¿Qué dicen? ¿Están conmigo? ¿Me ayudarÃan a crear un muro de madres?â€, se preguntó en sus redes sociales. La respuesta fue inmediata. El grupo de Facebook reúne a más de 18 mil usuarios y tienen un sitio web desde el que coordinan sus acciones diarias. Suelen avanzar hasta la Corte Federal, donde las espera un gigantesco dispositivo de seguridad.
“QuerÃamos lucir como si estuviéramos yendo al supermercado, como gente normal, con la esperanza de que esto sirviera como protección contra los agentes federales. No funcionóâ€, le reveló Barnum al sitio Buzzfeed News . Los oficiales las reprimieron y llevaron detenidas al igual que a sus hijos e hijas. Las máscaras de gas se tornaron esenciales y se agotaron rápidamente en Portland. Asà nació la autogestión con la producción de máscaras caseras construidas con bidones de plástico cortados. Otras madres copian las tácticas de los manifestantes de Hong Kong usando paraguas como escudos. Pero tampoco es suficiente para repeler las balas de goma.
Manifestante detenida por fuerzas de seguridad, una escena que se repite a diarioDesiree LaBella es una de las caras más visibles de las movilizaciones contra la violencia policial. Su hijo de 26 años, Donovan LaBella, resultó gravemente herido por balas de goma a principios de julio y debió ser hospitalizado por fracturas en el cráneo y en la cara. Desgraciadamente no es el único caso. Faith Lightsy fue gaseada por fuerzas de seguridad dÃas atrás. También atacaron a su hija embarazada con gas pimienta, y su sobrino fue rozado por una bala de goma.
“Dimos un par de pasos y tuvimos problemas… Dimos un par de pasos más y fuimos rescatados por alguien que literalmente apareció de la nada. TenÃa toallitas, agua, leche, y tan rápido como nuestros ojos estaban ardiendo y luchábamos por respirar, nos estábamos recuperandoâ€, explica Lightsy, quien reivindica la organización y el espÃritu solidario que moldea al Muro de las Madres.
Lightsy subió a sus redes sociales una imagen junto a sus dos hijas y su nieta en una de las primeras manifestaciones en Portland. “Por favor ayuden a que nuestras voces sean escuchadas y nuestras caras sean vistas. Tres generaciones de mujeres negras en la lucha. Una imagen poderosa teniendo en cuenta el entorno en el que crecÃâ€, es parte del texto con que esta madre acompañaba la publicación. “La razón por la que me unà al movimiento es porque yo también soy madre. Más especÃficamente, soy una madre negra y fui la única persona negra por el lado de la familia de mi madre hasta que tuve a mis hijos. Me unà al grupo porque creo que no hay fuerza en la tierra más poderosa que la maternidadâ€, asegura Lightsy.
Tuvo que ocurrir el brutal asesinato de George Floyd para que Jane Ullman prestara atención a los excesos de la policÃa en territorio estadounidense. Esta directora financiera de la sede en Portland del Silicon Valley Bank se unió a tantas otras madres que cada noche construyen una verdadera barricada humana entre manifestantes y agentes federales. “Como una mujer blanca de clase media alta en la ciudad más blanca del paÃs, no podÃa aguantar másâ€, manifiesta.
“Ver a los federales reprimiendo me empujó a salir. Yo querÃa tomar medidas, actuar contra esa violencia estatal. Fue el Muro de las Madres lo que me permitió salir a la luzâ€, agrega Ullman a la edición estadounidense de The Guardian . Es que la convocatoria también llevó a cuestionar los privilegios de los blancos, en una ciudad en la que, según el último censo nacional de 2019, los blancos representan al 77 por ciento de la población, y los negros apenas al 5,8. Sin embargo, el Black Lives Matter se hace sentir como en pocas ciudades del paÃs. Y las mujeres motorizan ese proceso.
De la represión de las tropas de seguridad no se salvó ni siquiera el alcalde de Portland, Ted Wheeler. El polÃtico demócrata quiso darse un baño de realidad al participar de las movilizaciones del miércoles pasado. Tuvo que irse escoltado bajo una nube de gases lacrimógenos y enfrentando a los manifestantes que lo acusaban, en el mejor de los casos, de ser un hipócrita. Teressa Raiford, afroamericana y fundadora de la organización Don’t Shoot Portland, acusó al alcalde de utilizar la presencia de los agentes federales para encubrir su propio fracaso a la hora de abordar una necesaria reforma policial en la ciudad. “Nuestros lÃderes ahora dicen: ‘Donald Trump te está atacando y nos preocupamos por ti’. Pero quienes estamos hace tiempo en la lÃnea de combate nos damos cuenta de que estábamos siendo atacados por ellos antes de que Trump comenzara a atacarnosâ€, dijo Raiford.
Frente a un escenario complejo donde las demandas se renuevan constantemente, es difÃcil pensar en una solución a corto plazo. “No creo que el final llegue pronto. Creo que la comunidad BIPOC (abreviatura usada para nombrar a la comunidad que agrupa a negros, indÃgenas y personas de color) en Portland necesita ver a nuestros lÃderes actuando, no sólo diciendo que van a actuar. Reforma policial, fin de la inmunidad calificada, invitarnos a las juntas y a las mesas de conferencias. Los polÃticos primero deberán comportarse como personas y luego usar su plataforma de poder para promover la igualdad y resolver los problemas que enfrenta la comunidad negraâ€, asegura Lightsy, y deja en claro que las madres de Portland exigen mucho más que un simple cambio de retórica.
Fuente: APC Noticias. The Guardian. AFPN.