Bielsa: la 茅tica y la locura

 El triunfalismo y el derrotismo, al igual que la euforia y la depresi贸n, son virus (visibles) de la condici贸n humana;  particularmente, de la condici贸n argentina. Si ahora 鈥揺n medio de un coro elogiador鈥, me animo con Marcelo Bielsa es porque lo he hecho a trav茅s de una punta de columnas, a lo largo de 15 a帽os

Por Rodolfo Braceli, Especial para Jornada. Desde Buenos Aires*

   Me permit铆 elogiar a Bielsa cuando su nombre y apellido eran pronunciados como sin贸nimos de 鈥渇racasado鈥, de 鈥渕ufa鈥, de 鈥渁margo鈥, de 鈥減erdedor cong茅nito鈥. Una y otra vez no hice nada sacerdotal o heroico; no hice nada del otro mundo: sencillamente me sal铆 de la comodidad del coro derrotista. Hoy Bielsa recibe elogios a rajacincha de medio mundo, y de la otra mitad tambi茅n, por haber ha conseguido el ascenso a la Premier Leagle del futbol ingl茅s con Lee United. Para referirme a este Bielsa de pronto 隆campe贸n! no tengo m谩s que recuperar momentos de viejas columnas.

   Hace un a帽o, a prop贸sito de este hombre se discut铆a: 鈥溌縃茅roe o traficante de nubes?鈥 Reitero mi parecer: Bielsa es alguien mejor que un h茅roe. Es un fundamentalista de la 茅tica. El domingo 28 de abril del 2019 despu茅s de Cristo hizo el m谩s prodigioso de los goles habidos y por haber. Un gol en devoluci贸n. Un gol ecum茅nico.

  Es sabido: Bielsa ama los 鈥渄esaf铆os imposibles鈥. Ahora (en el 2019) dirige al equipo Leeds United, que estuvo a un pasito del ascenso directo a la liga mayor del futbol ingl茅s. Le ganaba 1 a 0 al Aston Villa. Pero el gol de su equipo sucedi贸 fuera del fair play, con un adversario ca铆do por lesi贸n. Entonces Bielsa orden贸 a sus dirigidos dejarse anotar un gol, inmediatamente. Su ins贸lita orden, fue acatada. Ese gol le cobr贸 un precio alt铆simo: porque el Leeds perdi贸 la posibilidad ascender directamente. Es decir, sigui贸 descendido tras 15 a帽os de penurias. Bielsa dijo: 鈥淓se gol no lo regalamos, lo devolvimos.鈥

   Semejante decisi贸n caus贸 estupor en el mundo entero, m谩s all谩 de la 贸rbita deportiva. Y se fueron cayendo las caretas. Port ejemplo: Oscar Ruggeri declar贸: 鈥淓n la vida soy honesto, pero en el f煤tbol soy el mayor h de p que hay鈥. Por supuesto, rechaz贸 el gesto de Bielsa.

   El periodista (showman) Horacio Pagani, casi ladrando, opin贸 que Bielsa era un 鈥渧endedor de humo鈥; que deb铆a renunciar ya mismo a su cargo. Por otro lado, el gesto de Bielsa era saludado con respeto por Gallardo, Alfaro, Gin贸bili鈥

  Entre los personajes m谩s admirados de mi columna en Jornada estuvo siempre Bielsa; mi primera columna referida a 茅l como tema excluyente fue en el julio del 2004. Los archivos est谩n a disposici贸n. No se podr谩 pensar que en mis conceptos de hoy existe una pizca de oportunismo, ni de adhesi贸n a la ahora irrefrenable moda de elogiar a Bielsa. El enorme gesto deportivo de 鈥渄evolver un gol鈥, que le cost贸 la p茅rdida de un tan ansiado ascenso, responde nada m谩s que a su c贸digo de vida. Y nada menos.

  Sigo recuperando conceptos. Coincido con Dar铆o Grandinetti cuando sostiene que Bielsa es el 鈥渕ejor dirigente鈥, de cualquier orden, que dio la Argentina. El mejor en d茅cadas. Bielsa encarna un prodigioso ejemplo. 脡l a la 茅tica la exige, pero, sobre todo, la practica diariamente. Devolver un gol conquistado leg铆timamente, pero con un adversario fuera de juego, requiere lucidez, car谩cter, enorme coraje, una condici贸n humana excepcionalmente templada. Y conseguir que sus dirigidos, en el v茅rtigo de la extrema competencia compartan su decisi贸n, demuestra una tarea docente conmovedora, muy sembrada. Es un semillador.

   Precisamente por esto, cuando me preguntan 鈥淎 qui茅n eleg铆s: a Menotti o a Bilardo?鈥, respondo convencido: 鈥渁 Bielsa鈥.

   Si no se enojan, voy a afanar algunas l铆neas de mi libro 鈥淒e f煤tbol somos鈥. All铆 digo que el f煤tbol, adem谩s de un juego apasionante, es la mejor herramienta para conocernos como sociedad. El f煤tbol es el espejo que mejor nos espeja. Entre otras cosas nos muestra nuestro costado agudamente resultadista y exitista. Y sirve para descaretar, de cuajo, a una punta de periodistas estelares, entusiasmados camaleones. Saltan y nos quieren hacer saltar de la euforia a la depresi贸n. No olvidemos, como sociedad, nuestro comportamiento en la desguerra de Malvinas (aleccionados por ese repugnante periodismo pusil谩nime y camale贸nico. Ver los archivos.)

   Nos extenuamos hablando de los 鈥渇racasos de la  selecci贸n en la era de Messi.鈥 Perdimos la chaveta. Olvidamos que llegar a una final en Am茅rica y a tres finales en mundiales es una haza帽a para celebrar. Pero, en fin, aqu铆 no ser campe贸n mundial es ser un reverendo pelotudo.

   Nos distraemos, amparados en una desmemoria cretina. Cuando la selecci贸n de Bielsa fue eliminada en la primera ronda del mundial del 2002 la mayor铆a de los medios, a trav茅s de sus 鈥渧alientes鈥 periodistas estelares, lo ahorcaron, lo fusilaron, y lo pasaron por la silla el茅ctrica. Cuando Bielsa con el Sub 23 gan贸 ese campeonato mundial que representa el codiciado y precioso primer t铆tulo ol铆mpico, fue escandalosa la cantidad de expertudos que apostaban al no triunfo, para luego reclamar por su cabeza. Pero les sali贸 el f煤tbol por la culata. Aquella selecci贸n gan贸 todos los partidos de las Olimpiadas de Atenas. Y con la valla invita. Y ojo al piojo: proponiendo, siempre, un futbol ofensivo.

  驴Recordamos el ninguneo que padeci贸 esa hist贸rica haza帽a? A煤n hoy se esquiva la proeza. 驴Por qu茅? Por haber sido gestada justamente por el tan criticado 鈥渓oco鈥 Bielsa.

   Finalmente Bielsa se nos fue del pa铆s y concret贸 cosas 鈥渕ilagrosas鈥, por empezar con la entonces desahuciada selecci贸n de Chile. No hay caso: son muchos 鈥揹emasiados鈥 los que asquerosamente someten su opini贸n al azar de los resultados. Una matita de c茅sped puede decidir, por un cent铆metro, que una jugada sea gol o pegue en el palo. Es decir: que un DT sea Dios o sea Lucifer.

   Acudo a la memoria inapelable de los archivos escritos y sonoros. A prop贸sito del obsceno resultadismo, viene al caso una actitud traspapelada por la desmemoria nuestra de cada d铆a: en los primeros d铆as del julio de 1999, jugando un partido por la copa Am茅rica, Mart铆n Palermo err贸 3 (tres) penales. Su DT era Marcelo Bielsa. Este tuvo el coraje de renovarle la confianza al delantero 3 (tres) veces. El coraje, por no decir: los g眉evos. Al d铆a siguiente, en una de las radios y programas m谩s escuchados en esa franja horaria en casi todo el pa铆s, un por entonces ya famoso columnista dec铆a y reclamaba con notable y 鈥渃orajuda鈥 energ铆a que el DT de la selecci贸n argentina Marcelo Bielsa apenas volviera al pa铆s deb铆a 鈥減resentar su renuncia鈥 al cargo. Y subrayaba su furioso reclamo se帽alando que la renuncia deb铆a ser 鈥溌÷÷ndeclinable!!!!!鈥.

  Pasaron los a帽os: el 12 de marzo de 2012 el mismo columnista otra vez editorializaba sobre Marcelo Bielsa. Pero esta vez era una ametralladora de elogios. Lo ensalzaba hasta la hernia de su conciencia; lo pon铆a mucho m谩s arriba de las nubes. Madrem铆a.

   El columnista de los elogios debidos a los nuevos 茅xitos de Bielsa en el exterior es el mismo que hace a帽os, con 鈥渃orajuda鈥 furia, reclamaba la renuncia indeclinable de Marcelo Bielsa luego de los tres penales errados por Mart铆n Palermo.

   El nombre y apellido que usa el obsecuente periodista es: Alfredo Leuco. Un argentino derecho y humano; notable por su versatilidad, por su mutabilidad, por su falta de coherencia, por su convertibilidad 茅tica. Es decir, su falta de verg眉enza. Tambi茅n ser铆a oportuno revisar su mutaci贸n en el tratamiento de los actos del ex presidente Ra煤l Alfons铆n. Lo suyo pat茅tico y antol贸gico. Super贸 a los 3 (tres) penales de Mart铆n Palermo, avalados por Bielsa

   Volviendo a nuestro asunto: Bielsa es un personaje ejemplar. En forma recurrente nos auto absolvemos argumentando: 鈥淟o que pasa es que aqu铆 no hay clase dirigente, no hay ejemplos鈥. Olvidamos que la clase dirigente se siembra en todos los terrenos, no s贸lo en el de la pol铆tica. Bielsa demostr贸 ser un dirigente genuino, un dirigente como esos que reclamamos para dejar de ser un conato de pa铆s.

   As铆 es: este hombre es, ante todo, un denodado trabajador. Que aprende y ense帽a a aprender. Que no se casa con nadie. Hasta es admirable por su austeridad: sale a la cancha vestido con un buzo, no se disfraza de ejecutivo ni de intelectual. Su auto exigencia no tiene feriados, ni fiestas de guardar.

   Desde siempre vivimos distra铆dos por la obligaci贸n del 茅xito. La jodida vez que aparece un tipo que amalgama trabajo, inteligencia, estudio, 茅tica, tenaz coherencia, un tipo al que no le escriben las declaraciones鈥 nos damos el pat茅tico lujo de dejarlo ir a otras patrias.

  En verdad, lo estamos extra帽ando pero, francamente: acaso, 驴nos merec铆amos, nos merecemos a Bielsa?

  Si un cinco por ciento de la dirigencia argentina, en cualquier terreno, tuviera los valores de Marcelo Bielsa, la Argentina dejar铆a de ser un conato de pa铆s invertebrado. Dejar铆amos de abrevar en la tara que nos hace confundir un gran pa铆s con un pa铆s grandote. Nos aproximar铆amos a la esencia de una rep煤blica. (Dicho sea entre par茅ntesis: a la m茅dula de las palabras rep煤blica y libertad hace algunos a帽os se las han afanado. 驴Qui茅nes? Los que la pasaron macanudo en los a帽os del limbo del infierno, desde 1976, y la siguen pasando macanudo en los a帽os de democracia. Democracia a la que usan como cond贸n.

  Reanudo la reflexi贸n. Si un cinco por ciento de la dirigencia argentina (no s贸lo la pol铆tica ehhh) conviviera con los valores de Bielsa, este amado sitio dejar铆a de ser el emporio del barullo y de la banalidad y de los globitos de colores. En un pa铆s tan dado a la frivolidad y a la g眉evada, en un pa铆s una y otra vez sometido a las relaciones carnales, en un pa铆s sirviente del FMI, en un pa铆s sometido a la peor de las corrupciones, la corrupci贸n de la desmemoria, presencias como las de Marcelo Bielsa hacen pensar que no todo estar谩 perdido porque no todo estaba podrido.   

Posdata

  La pregunta salta otra vez, incomodante: el promedio de nuestra sociedad,

驴merece andar sacando pecho por un hacedor como Marcelo Bielsa? Respondo con dos letras: NO.

  驴Por qu茅? Porque la dimensi贸n que Diego Armando Maradona tiene como futbolista (una magistral suma de coraje, belleza y eficacia), la tiene Marcelo Bielsa en el terreno de la capacidad t茅cnica y, sobre todo, en el terreno de la constancia 茅tica. Don Borges dir铆a: Este hombre es un 茅tico pertinaz.

   Pienso y lo digo en voz alta: Bielsa es a la 茅tica, lo que Maradona es al f煤tbol.

   O铆d, mortales: en el c贸digo Bielsa, entre el dicho y el hecho no hay un gran trecho. Este hombre vive y se desvive para que ese trecho cada d铆a sea m谩s corto.

   O铆d mortales: una preguntita m谩s: en este pa铆s idolatrado, 驴hay que estar 鈥渓oco鈥 para ser 茅tico?


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