En plena pandemia, el pasado domingo una iglesia evangélica de la provincia de Santa Fe realizó una auto-misa sin autorización, de la que participaron unas 250 familias.

Se trata de la Iglesia Redentor que celebró el evento religioso en un previo privado de la localidad santafecina de San Lorenzo.

“Fue todo ordenado. Las familias permanecieron dentro del auto recibiendo un mensaje. Duró una hora, que es el tiempo que se permite para la recreación. No está prohibido andar ni estacionarse en el auto. Pudimos hacerlo de esta manera y la recreación para nosotros es dar una oración a Dios”, dijo a Cadena 3, Patricia Silva de Catanneo, pastora de la iglesia.

Trascendió que días atrás la Iglesia había presentado dos protocolos ante las autoridades locales para poder empezar a realizar encuentros religiosos, pero que no fueron autorizados.

Además de la auto-misa, la Iglesia llevó a cabo otra reunión que se llamó “culto-bar” de la que participaron 70 personas y habría sido en el templo con mesas y sillas separadas, sanitización de los asistentes y pastores vestidos de mozos con bandejas que llevaban una Biblia.

En diálogo con La Capital de Rosario, el vocero de la institución, Luciano Corti, explicó que ambas iniciativas fueron en reclamo al gobernador Omar Perotti para que les permita que se abran las puertas de las iglesias.

Por su parte, el diputado provincial de Somos Vida y Familia, Walter Ghione, asistió el domingo al evento religioso y dijo que no se violó ninguna disposición provincial.

“Me invitaron y participé. No se infligió ningún ley o decreto referido al distanciamiento social. Fue más cuidadoso de lo que vimos en plazas y paseos de Rosario donde se reúnen muchísimas personas. En ese sentido, lo que vimos con la celebración fue una prueba interesante “, comentó.

Y agregó: “Hubo 250 vehículos y no hubo contacto entre los que asistieron. Yo estuve un rato en el vehículo hasta que me subí al escenario y dije unas palabras, guardando todas las medidas de prevención”.