La FIFA estableció el libro de Reglas de Juego para la temporada 20/21, con los cambios que habían sido aprobados en abril pasado, y que entraron en vigencia a partir de hoy en todo el mundo.

No obstante, por la actual coyuntura de la pandemia de coronavirus, en este caso se deja librado a cada federación si lo quiere aplicar ahora con los partidos con los que se completen las ligas de la 19/20 interrumpidas por las respectivas cuarentenas o directamente en la próxima.

Las nuevas reglas hacen agregados y precisiones, sobre todo, en relación con las manos sancionables, infracciones y tarjetas amarillas en la ejecución del penal y el protocolo VAR.

En cuanto a las manos, la FIFA mostró un gráfico para explicar dónde comienza la parte “sancionable”, de modo que se dejen de cobrar los controles con la parte superior, donde articula con el hombro. Pero este cambio induce a que no le cobren mano al jugador que, de frente, se lleva la pelota con golpe de hombro, sino que debe cobrarse desde la altura de la axila hacia abajo.

En cuanto a las manos “accidentales” también hay una aclaración, porque de tres cuartos de cancha hacia delante se estaba cobrando cualquier rebote casual al atacante. Ahora determina que las manos no voluntarias se cobren sólo si derivan en forma inmediata en un gol o una situación clara de gol, pero no si después de la mano casual hay varios pases o la pelota le queda a un atacante sobre un costado y con su marcador de frente.

En cuanto al VAR, se hacen leves ajustes al protocolo en busca de agilidad. Por ello, cuando las acciones sean de apreciación subjetiva (intensidad de una falta o si hay o no contacto sancionable en una disputa), instan a que el Video Ref reciba al juez principal con la toma de televisión en la que se apreció más claramente la posible falta, y recomiendan al árbitro de campo que tome su decisión con esa sola imagen. Sigue estando prohibido que las deliberaciones arbitrales puedan escucharse en vivo.

En cuanto a los cambios en los penales, estos benefician a los arqueros y constan de cuatro puntos:

1) Si se adelanta y la pelota sale desviada o da en el palo, no se debe repetir la ejecución salvo que ese adelanto “influya claramente en el lanzador”. Esto es un blanqueo de lo que ya pasaba, porque la regla decía que se repetiría un penal fallado si hay un adelantamiento del arquero, pero en la práctica jamás un árbitro repetía por ese motivo un penal desviado.

2) Si se adelanta y ataja el arquero, antes era repetición del penal y amarilla. Ahora es advertencia, y sólo amarilla si reincide.

3) Si se comete una incorrección merecedora de amarilla durante una serie de penales tras un partido, no se acumulará con la que el jugador hubiera recibido durante el encuentro y, por lo tanto, no será expulsado. Esto también favorece al arquero, que es el que más probabilidades tiene de ser amonestado durante una tanda de penales.

4) Si se da el poco probable caso de que el arquero y el lanzador cometan infracciones al mismo tiempo, antes se repetía el penal; pero ahora se le dará por fallado y se cobrará sólo la falta del pateador.

Y finalmente habrá también un cambio en el offside, ya que la mano voluntaria de un defensor que deriva hacia un delantero que estaba en posición adelantada, lo terminará habilitando. Antes se consideraba que ese jugador sacaba ventaja de su posición y no se podía darle la ventaja sino que había que cobrar la mano, pero ahora se permitirá que el atacante siga con este cambio de reglas.