Lorenzetti: De espiado a cacerolero
Tinelli lo twite贸 a gritos: 鈥渇ui uno de los espiados durante el macrismo鈥. El no est谩 en 鈥渆sta鈥 lista que fue denunciada desde la actual direcci贸n de la AFI, pero s铆 en otra u otras. A 茅l le toc贸 que no fuera la AFI, sino la toma de sus datos en la AFIP. Tinelli atribuy贸 la acci贸n a Jaime Mecilovsky, un controvertido personaje que respond铆a a Carri贸, y que en algunos momentos tuviera tambi茅n tensiones con los mismos macristas.
El listado de la AFI es apenas una punta del iceberg, pero no deja de ser pasmoso: legisladores kirchneristas (Tailhade, por ej.), intelectuales entonces opositores (Forster), pol铆ticos nac and pop (Sabatella, Gabriela Cerrutti). Pero tambi茅n legisladores del mismo macrismo (Massot, Monz贸), periodistas totalmente 鈥渁migos鈥 (Majul), y varios pol铆ticos de la UCR (Negri, Sanz).
Lorenzetti no aparece en esta lista, pero s铆 se denunci贸 su persecuci贸n cuando el macrismo. El era de los blancos preferidos de Carri贸. Funcional a ese gobierno y de un claro antikirchnerismo, sin embargo su personalismo lo llev贸 a estar en la mira de la entonces diputada, quien pol铆ticamente debiera haber sido su aliada natural. No le fue tan bien a Lorenzetti en esos tiempos: el gobierno de Macri prefiri贸 a Rosencrantz para dirigir la Corte, un hombre directamente ligado al poder econ贸mico, y que sabe actuar en funci贸n corporativa.
Lo cierto es que Lorenzetti no pierde sus ambiciones de ser presidente (so帽aba con la sucesi贸n presidencial de una Cristina que 茅l quer铆a presa). Y de tal modo, ha decidido volver a la escena pol铆tica. 驴C贸mo? Convirti茅ndose en l铆der 鈥渁nticuarentena鈥. Con una imaginaria cacerola en la mano, el ex jefe de la Corte Suprema sali贸 a hacer aparatosas defensas de 鈥渓a libertad鈥 y de los derechos supuestamente afectados de los ciudadanos, al ser planteada la necesidad del aislamiento preventivo. Extra帽a preocupaci贸n de parte de alguien que, ni siquiera habiendo sido uno de los espiados 茅l mismo, cuando esto fue ventilado en tiempos macristas no tuvo la actitud de enfrentar ni denunciar. El espionaje ilegal, parece, no es una forma de violentar derechos ciudadanos: pero s铆 lo ser铆a proteger a la poblaci贸n de la pandemia.
Todos los que algo saben de pol铆tica, sab铆an del espionaje macrista. Las ins贸litas filtraciones de llamadas telef贸nicas de la dos veces presidenta y de Parrilli, la humillante videograbaci贸n de Boudou en pijamas en su casa allanado a hora del desayuno, las conocimos todos por televisi贸n. Eran ilegales: hab铆a sido ilegal tomarlas, ilegal hacerlas circular, ilegal difundirlas. Ning煤n problema, se disimulaba y mostraba todo esto como si fuera natural. La Corte Suprema call贸 de manera ominosa y lamentable: Lorenzetti la dirigi贸 un tramo de ese tiempo, y form贸 parte de ella durante todo el lapso.
Ahora Lorenzetti es un s煤bito 鈥渓ibertario鈥, como se llaman a s铆 mismos los ultraliberales. Fueron pocos en la convocatoria a Plaza de Mayo la 煤ltima semana, pero aspiran a ser m谩s: ya han logrado presencia medi谩tica. Claro que no todo es armon铆a entre los que salen: no s贸lo dicen cualquier cosa, de modos por completo contradictorios entre s铆 (鈥渆l virus no existe鈥 鈥搒ic-, 鈥渘o negamos que el virus exista pero no mata mucha gente鈥, 鈥渆s mentira lo de los muertos en Estados Unidos鈥, 鈥渘o muere nadie en nuestros hospitales鈥) sino que a las declaraciones insensatas les agregan el antagonismo entre ellos: los pronazis de Biondini increparon a los admiradores de Milei, y casi se agarran mutuamente a golpes: 鈥淎 todos esos los paga la CIA鈥, denunci贸 un pronazi. Quiz谩 as铆 no sea, pero seguro la CIA estar谩 contenta con liberales que confunden al autollamarse 鈥渓ibertarios鈥 cuando, en verdad, siguen a los mandatos del mercado.
Lorenzetti se suma al coro contracuarentena, y a las pesadas consecuencias que el mismo acarrea. Argentina se ha salvado 鈥al menos hasta ahora- de ser Brasil o Chile, s贸lo gracias a mantener las medidas de cuidado, aislamiento y distanciamiento. Donde puede flexibilizarse la cuarentena se lo est谩 haciendo (Mendoza es un caso), nadie quiere el encierro por s铆 mismo. Pero en la zona Metropolitana la peste crece a gran velocidad. Y si bien sobre todo afecta a los m谩s pobres, no s贸lo a ellos afecta. No se est谩 a salvo por vivir en Tigre, o refugiarse en los countries. En fin: todos esperar铆amos una reflexi贸n m谩s madura e integral de parte de quien fue jefe de la Corte Suprema. Pero no ser谩 la primera vez que sectores del Poder Judicial nos decepcionan en los 煤ltimos a帽os.-