La historia del boxeo: Justo Suárez

Capitulo XX. Exclusivo Jornada


Justo Antonio Suárez, “El Torito de Mataderos”, nació en ese barrio porteño el 25 de enero de 1909 en el seno de una familia de 25 hermanos. Su padre se llamaba Martín Suárez y su madre Luisa María Catalina Sbarbaro. Sus hermanos también fueron boxeadores. Arturo tuvo más de 70 peleas, Gregorio peleó 400 veces y fue apodado “El Molino de Mataderos”, preparaba a su hermanito y hasta llegó a pelear con él en un “match” preparado por un circo, sin que ambos lo supieran. Obdulio fue campeón porteño de peso gallo y Edmundo realizó muy pocas peleas: prefirió estar con Justo y ayudarlo, pero se dedicó más a escribir versos a todos los boxeadores que pasaron por el Luna Park. Su familia era de escasos recursos, y don Martín trabajaba en los mataderos del sur.

Justo se desempeñó como auxiliar de cronistas deportivos en el diario La República, donde Carlos Rúa, periodista de ese medio, le puso el apodo de “El Torito de Mataderos”.

Peleó profesionalmente desde 1928 hasta 1935. Realizó 29 peleas, ganó 24, perdió 2, empató 1 y otra fue sin decisión.

En 1930 logró ser campeón argentino de peso liviano, arrebatándole el título a Julio Mocoroa, en el antiguo estadio de River, en una pelea que concentró a 55.000 personas. En ese mismo año, venció a Tani Loayza, ante la presencia de Eduardo de Windsor, príncipe de Gales, quien estrechó la mano de los boxeadores después del match. Fue campeón sudamericano pluma y un año después logró el título sudamericano en Chile, en la categoría peso liviano. Y el 19 de agosto del mismo año, en el Queensboro Stadium de Long Island City, batió por nocaut técnico, al minuto del sexto round, a Bruce Flowers.


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