Miles de personas salieron a la calle en Berlín sin respetar el distanciamiento ni usar barbijo. Eran negacionistas, nostálgicos del Tercer Reich con banderas nazis y defensores de teorías conspirativas. El hecho ocurrió en un contexto de repunte en los casos de coronavirus.
La policía alemana intentó dispersar sin mucho éxito la marcha de miles de personas en Berlín contra las restricciones por el coronavirus.
La convocatoria había reunido a unas 20 mil personas. Recorrieron el barrio de Mitte y estaban concentradas frente a la icónica Puerta de Brandeburgo a la espera de más manifestantes cuando la policía ordenó a los organizadores el fin de la protesta, que tenía previsto durar varias horas más.
“Por desgracia no tenemos otra opción: hemos hablado con el líder de la manifestación y le hemos informado de que esta reunión va a ser disuelta por la Policía”, dijo un portavoz oficial. En total, se desplegaron unos 2 mil policías.
La manifestación resultó un compendio de negacionistas, nostálgicos del Tercer Reich con banderas nazis y gente con remeras con alusiones a teorías conspirativas. Los concurrentes portaban grandes carteles con diversos mensajes, entre ellos “Somos el pueblo”. Otras pancartas pedían la renuncia del gobierno alemán y el fin de las restricciones.
La marcha fue prohibida por el gobierno regional de Berlín antes de realizarse bajo el argumento de que en una convocatoria anterior los manifestantes no habían respetado las medidas para evitar la propagación del coronavirus, como el tapabocas y el distanciamiento.
Sin embargo, los organizadores apelaron la decisión ante un tribunal que autorizó la protesta pero les ordenó garantizar el cumplimiento de las normas sanitarias, algo que no se vio en la manifestación.
La marcha se hizo en medio de un repunte de las infecciones por coronavirus en gran parte de Europa, incluyendo en Alemania, donde los contagios volvieron a los niveles de mayo e incluso de abril. Las cifras de contagios y muertes vuelven a estar como en los primeros días de la irrupción del coronavirus, cuando aún no se conocía la forma de contagio ni había una estrategia definida para actuar con coherencia.
La cifra más alta de nuevas infecciones reportadas diariamente fue de más de 6 mil a principios de abril. Después de registrar cerca de mil contagios diarios en mayo, la cifra tendió a bajar, pero ha vuelto a subir desde finales de julio. Alemania totaliza al día de la fecha 240.986 contagios y 9289 muertes.
Al mismo tiempo que se observa un repunte en Italia y Francia. El decreto permite hacer excepciones en regiones con un bajo número de contagios del nuevo coronavirus y cuando los participantes son residentes de la zona.
Entre las medidas se incluyó la aplicación de multas para quienes no utilicen mascarillas. Además, habrá una nueva reglamentación para las exámenes de detección del virus y la cuarentena obligatoria. Las nuevas reglas trajeron una mala noticia para los hinchas del fútbol, quienes no podrán regresar a los estadios hasta 2021.
La Bundesliga consideraba el ingreso de público en la venidera temporada 2020-2021, pero todo cambió. Incluso el ministro del interior alemán, Horst Seehofer, estimaba que los partidos de octubre contarían con un porcentaje espectadores. Deutsche Welle informa que la prohibición también afectará a festivales y conciertos.
Las reuniones de más de dos personas en lugares públicos también están en la lista “durante al menos dos semanas” para intentar frenar el rebrote la epidemia. Rigen excepciones a la prohibición para familias y personas que viven en el mismo hogar.
”Hay que reducir absolutamente todos los contactos al mínimo”, recalcó la canciller Angela Merkel. Fiestas u otro tipo de celebraciones son “absolutamente inaceptables”, pero debe seguir siendo posible el “camino al trabajo o al médico”.
Merkel insistió en que son medidas acordadas por todos los estados, los cuales tienen la competencia de implementarlas. También están fundamentadas en la necesidad de la población de medidas “compartidas” a escala nacional.